En las radios españolas, de los rezos del día de las semifinales ante Italia antes de la tanda de penaltis se pasó a vivir una noche tranquila y cargada de euforia por el contundente triunfo de España. Del aviso de Víctor Fernández en la SER, que apuntó que el choque "iba a ser una prueba muy exigente", se pasó a gritos como "bendita locura" en Onda Cero cuando Xavi abrió el marcador.

Lo anunciaba Kiko Narváez en la COPE durante la primera mitad. "Los rusos no saben defender". Algo que confirmó Javier Irureta en Onda Cero al apuntar que "España está haciendo que Rusia se repliegue".

Pasaban los minutos y el marcador no se movía, pero nadie se asustaba porque la estrella del equipo ruso, Arshavin, no hacía ningún daño. "Ni la ha tocado", decía Poli Rincón en la SER. El optimismo se diluyó con la lesión de Villa. Para Azkargorta, "la pieza que menos recambio tiene en la selección".

La clave la apuntó Víctor en el descanso: "Es un partido parejo, pero falta atrevimiento. Los rusos no arriesgan y nosotros tocamos, pero nos falta un punto de velocidad".

Dicho y hecho. España fue otra distinta tras el descanso. Pese a que Albelda recordaba que el físico "pasa factura a estas alturas", llegaron los goles y la exhibición de juego. Marcó Xavi Hernández y Manolo Lama y Paco González se desmelenaron. "El día 29, España campeón", gritaron. "Hay que romper las cadenas. Llevamos un año con mucho miedo", decía Lama.

"Esto es ciencia ficción. Es como jugar a la Play", decía Rincón. Tras los tantos de Güiza y Silva llegó la euforia. "Luis está en el número mágico. Se va a Turquía y hace los cambios en el minuto 69", decía Azkargorta. Y Tomás Guasch puso la guinda: "Ahí está la realeza y el socialismo", tras ver juntos a los Príncipes y a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández, en el palco.