La selección de Grecia, actual campeona de Europa, examinará a la española en Salónica, en un campo en pésimo estado, poco antes del comienzo del curso en el que el equipo de Luis Aragonés, y también el heleno, tendrán que emplearse a fondo para conseguir el visado de entrada a la Eurocopa de 2008.

Tres días antes de que empiece la Liga, aún en pretemporada, Aragonés tendrá una buena oportunidad de comprobar cómo están sus hombres después de las vacaciones de verano, aunque el propio seleccionador resaltó que el partido llega "muy temprano para el estado físico de los jugadores".

El 8 y el 12 de septiembre, España disputará dos partidos de vital importancia en su lucha por participar en la Eurocopa, ante Islandia en Reikiavik y Letonia en Oviedo, y el amistoso le viene muy bien a Aragonés para hacer algunas pruebas.

RACHA VICTORIOSA España afronta el partido ante Grecia después de firmar una buena racha. Ha ganado los cinco que ha disputado en 2007, un amistoso a Inglaterra en Manchester (0-1), y los de clasificación de la Eurocopa ante Dinamarca en Madrid (2-1), Islandia en Palma (1-0), Letonia en Riga (0-2) y Liechtenstein en Vaduz (0-2).

Los resultados en los últimos meses han sido buenos y ya parecen olvidadas las derrotas en Irlanda del Norte y Suecia que lastraron el viaje de España hacia la Eurocopa de 2008, pero el equipo de Aragonés sigue en busca del buen juego perdido.

No exhibe buen fútbol desde que ilusionó a los aficionados españoles con sus victorias ante Ucrania y Túnez en el arranque del Mundial de Alemania 2006.

Luego llegó la derrota frente a Francia en los octavos de final y una crisis de juego que alcanzó niveles preocupantes tras las derrotas frente a los norirlandeses en Belfast y los suecos en Solna. Todavía no la ha superado, aunque las últimas victorias han servido para que se disimule. Luis Aragonés cuenta para el partido con el grupo de futbolistas en los que ha confiado en los últimos tiempos. Destaca la vuelta de Pernía, ausente desde el pasado Mundial, y un dato curioso es que en esta ocasión el Liverpool aporta más jugadores a la selección española que el Real Madrid o el Barcelona.

La selección griega que entrena el alemán Otto Rehhagel, campeona continental pero ausente en el Mundial de Alemania, afronta un final de año decisivo para su futuro en el camino hacia la Eurocopa de 2008.

Rehhagel ha impregnado al equipo griego de una férrea disciplina táctica, por encima de las individualidades, que le ha convertido en un rival incómodo.