LANZAROTE 3: Marino; Cifuentes, Chiqui Abad, Sergio, Pablo, Vladimir, Maciot, Nacho Castro (Miki, min. 64), Parrado, Gustavo (Blanco, min. 46) y Alejandro (Raúl Salas, min. 73).

CACEREÑO 3: Campo; Jaime (Pablo, m. 65), Caballero, Jurado, Guy, Gabi, Nico, Mauricio (Morgado, m. 51), Rocha, Cobos y Pedro García (Sergio, m. 57).

GOLES: 1-0, m.39: Sergio (penalti). 1-1, m. 52: Nico. 2-1, m. 54: Cifuentes. 3-1, m.61: Abad. 3-2, m.72: Pablo. 3-3 m.92: Marino (p. p).

ARBITRO: Bernabé García (Murcia). Expulsó a Maciot (m. 70) y al segundo técnico visitante, Roosi (min. 87), por dos tarjetas.

El Lanzarote y el Cacereño empataron a tres goles en un partido que acogió dos tiempos diferentes --mejor y más emocionante el segundo--, en el que un fallo garrafal del portero local Marino en tiempo añadido le concedió un punto al equipo verde, que logra así un resultado moralmente muy beneficioso después de la victoria del día anterior de su gran rival para salvarse, el Betis B, ante el Villanovense (4-1). Ahora, los de Ismael Díaz se colocan de nuevo en los puestos de descenso, con dos puntos menos que el filial bético.

La primera parte mala resultó mala y en ella el conjunto lanzaroteño llevó la iniciativa en el juego, ante un Cacereño que acumuló muchos hombres en la media, se replegó bien cuando el rival controló el balón y lanzó un par de contragolpes que pudieron hacer daño a la zaga.

El remate inicial con intención lo realizó Pedro García, en el minuto 13, al lanzamiento de un libre indirecto que puso Gabi a su compañero y éste, con la puntera, envió algo desviado, a la izquierda de Marino.

Probó fortuna el conjunto rojillo en dos ocasiones casi seguidas, cerca del ecuador de esta mitad pero sin consecuencias para el marcador. Primero, Valdimir remató de volea excesivamente cruzado y, a renglón seguido, este jugador recogió el balón en la frontal y lo mandó fuera, pegado al travesaño.

A siete minutos del término de esta mitad, Alejandro recibió el esférico en área, como producto de una pase interior de un compañero, Jurado le entró y le derribó, y el árbitro señaló penalti, transformado por Sergio.

SEGUNDA PARTE En la reanudación se destapó la caja de Pandora. La igualada tempranera parcial visitante, la decidida reacción isleña --se adelantó con dos nuevos tantos-- y, sobre todo, la expulsión de Maciot, determinaron que el Cacereño no abandonara. Esta segunda mitad hay que enmarcarla en un pleno de eficacia porque prácticamente todo lo que llegó con peligro a las porterías se tradujo en gol.

Arrancó la labor con un sorprendente tanto visitante, que correspondió con fidelidad al ahínco con que lo buscó previamente. Nico combinó rapidez y clase --un auténtico alarde--, se plantó ante Marino y le batió.

Le duró poco la alegría al equipo que entrena Ismael Díaz, porque Cifuentes agarró un zapatazo y desequilibró el marcador, circunstancia que prolongó poco después Chiqui Abad con un remate preciso en el segundo palo.

Con el 3-1 y el cuadro canario fortalecido, el rival lo tuvo difícil pero no cejó en su empeño de arrancar un punto. Primero, Pablo remató un córner e hizo el 3-2. La ayuda extra que derivó de la expulsión de Maciot y el apoyo de Marino --una acción tan involuntaria como desafortunada--, representó un justo y postrero premio para los verdes.