PLASENCIA: San Miguel (7), Poag (20), Lledó (5), Ward (22) y Mario García (3) --cinco inicial-- Gaby Domínguez (4), Santana (-), Barceló (9) y Balmón (6).

LA PALMA: Eduardo Sánchez (11), , Virgil (12), Kortaberría (3), Edwards (17), Valentine (10) --cinco inicial- Francis Sánchez (11), Floyd (2), Alvarado (3), Arrocha (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 19-20, 45-44 (descanso), 59-56, 77-71 (final).

ARBITROS: Pagán Baró, Martínez Prada. Eliminado: Mario García.

INCIDENCIAS: Como es habitual, muy buen ambiente en el pabellón placentino.

El Plasencia logró su quinta victoria de la temporada al vencer con mucho trabajo a La Palma, equipo al que iguala en la clasificación de la LEB. Los extremeños respiran en la clasificación y se situan cerca de la zona media al terminar la jornada.

Los discípulos de Dani García sudaron especialmente, en efecto, para salir airosos del lance, y para ello se basaron en el excelente trabajo --anoche sí-- de sus dos jugadores norteamericanos, que anotaron 42 puntos: el pívot Hakeem Ward terminó con 22 puntos y 11 rebotes y el alero Mark Poag con 20 puntos y varios triples marca de la casa que resultaron decisivos en el momento caliente del choque. Además, el trabajo enorme del capitán Jorge Lledó, subrayado al final por el entrenador, resultó también determinante en el desenlace del duelo. Además de ello, destacar el gran trabajo en el rebote ofensivo, con José María Balmón de protagonista. En el debe, las personales de Mario García (tres en el minuto 6).

El partido fue muy igualado y vistoso. Al descanso se llegó con 45-44 a favor de los locales, lo cual dio idea del buen quehacer en ataque, algo inusual últimamente. En los dos primeros cuartos, hubo alternativas, con emparejamientos como el de la defensa de Lledó sobre Edwards.

En el segundo tiempo, siguió la misma tónica, aunque ya las defensas se imponían a los ataques y el juego fue más trabado, como se esperaba. En el momento clave del choque, el Plasencia tuvo siete puntos por encima, pero el ex Francis Sánchez, muy motivado tras ser increpado, puso el equilibrio. Sin embargo, dos triples de Poag decidieron el choque, con un Plasencia con más temple del habitual.