BARCELONA: Valdés; Zambrotta (Oleguer, min. 21), Márquez, Gabi Milito, Abidal; Touré, Xavi, Deco (Giovani, min. 73); Messi (Bojan, min. 83), Iniesta y Henry.

ZARAGOZA: César; Diogo, Sergio, Pavón, Juanfran; Luccin (Gabi, min. 46), Matuzalem (Chus Herrero, min 54), Zapater, Aimar, Oliveira y Diego Milito (Sergio García, min. 58).

GOLES: 1-0, min. 5: Messi. 1-1, min. 10: Zapater. 2-1, min. 11: Messi. 3-1, min. 22: Iniesta. 4-1, min. 46: Márquez.

ARBITRO: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó a Touré, Márquez, Diogo, Chus Herrero y Gabi.

Inspirado por la explosividad de Messi y la elegancia de Iniesta, el Barcelona recuperó el fútbol de alta escuela para doblegar con autoridad al Zaragoza en su mejor partido de la temporada (4-1).

Frente a un rival de empaque, el Barça se reencontró a sí mismo. Volvió a ser un conjunto luminoso, pletórico de arriba a abajo que remitió al de sus mejores días. Un equipo casi imparable, rebosante de talento y enchufado al partido como si de una final se tratase. Brilló Messi y maravilló Iniesta, pero el partido también sirvió para asistir a la recuperación de Deco. El Barcelona sólo echó de menos el gol de Henry, falto de acierto en el último toque.

Víctima de la resurrección del rival, el Zaragoza se desenfocó. Es un equipo exquisito con el balón, pero endeble y tembloroso en defensa. Sufrió de lo lindo ante el mejor Barça de la Liga.

Messi fue el encargado de romper el partido a las primeras de cambio. La defensa fue incapaz reaccionar cuando el argentino combinó con Henry en el balcón del área antes de convertir un disparo seco en el 1-0.

Y sin embargo, el Zaragoza respondió al golpe con solvencia con un tanto de Zapater. Convertido en un magnífico cuerpo a cuerpo, el partido reclamó la participación de Messi, que entre una nube de zagueros encontró el espacio para superar nuevamente a César.

El Barça jugó con buen gusto. Dominó con una autoridad incontestable y lo coronó con el tercer gol, una pared entre Messi y Deco que Iniesta empujó con suavidad a la red.

El gol de Márquez apuntilló y retrató al Zaragoza. Deco botó una falta a la escuadra de César y el rechace llegó a la cabeza del mexicano, con todo el tiempo del mundo para el 4-1. Un marcador que ya no se movería en todo el segundo tiempo. No sería por falta de ocasiones, sobre todo de Henry. El público entró en un estado de reconciliación tal con su equipo que hasta coreó el nombre de Ronaldinho, que no estaba en la grada.