El Real Madrid, con el pasaporte a los octavos de final de Liga de Campeones ya en el bolsillo, cumplirá hoy el trámite en Kiev ante el Dinamo con un equipo repleto de novedades, con rotaciones y una amplia representación de la cantera.

Con el grupo E visto para sentencia, el Real Madrid que acabará segundo pase lo pase en Kiev, cierra una fase de grupos en la que reaccionó a tiempo tras el traspié de inicio, nuevamente, ante el Olympique de Lyon. El conjunto francés acabará primero y el Real Madrid segundo, pero el conjunto madridista comenzó a recuperar la imagen perdida en ese estreno maldito (2-0 en Lyon), precisamente ante el Dinamo de Kiev, al que endosó la mayor goleada de la temporada en el estadio Santiago Bernabéu (5-1).

La situación actual lleva a Fabio Capello a medir los esfuerzos y, sin nada en juego más que el prestigio, realiza rotaciones y deja en la capital de España a cualquier jugador de la primera plantilla que sufra una pequeña molestia. Así, titulares como Cannavaro, Sergio Ramos, Helguera, Emerson, Guti, Reyes y Raúl, ni siquiera han viajado.

Las lesiones merman principalmente la zona defensiva, donde Capello sólo tiene sano a uno de los seis centrales de los que dispone en la primera plantilla, Alvaro Mejía. Con Sergio Ramos sancionado, Cannavaro, Helguera y Pavón lesionados, a última hora se cayó de la convocatoria Raúl Bravo por una fuerte gastroenteritis.

Todo esto obliga al técnico italiano a tirar de la cantera, de la que acoge a nueve representantes. Para el centro de la defensa dos son los candidatos a jugar de inicio, Torres y Sergio, con más opciones para el primero por su versatilidad y por su condición de titular indiscutible para Míchel, técnico del Castilla.

Es curiosamente su hijo, Adrián González, centro de atención de la expedición madridista ante un momento histórico, el que puede ser su debut en la primera plantilla, recogiendo el testigo dejado por su padre, integrante de la Quinta del Buitre e historia viva del madridismo.

Capello concederá la que se perfila como una de las últimas oportunidades al italiano Antonio Cassano. Volverá a ser titular tras su capítulo de indisciplina, su separación y posterior reingreso en la plantilla madridista. Su futuro vestido de blanco está, más que nunca, en el aire.