La transferencia se hizo el 30 de abril, una de las últimas fechas que marcaba la ley para que los antiguos accionistas acudieran a adquirir títulos. Ese día, el expresidente del Cáceres, Pedro Núñez, dio la orden al Banco Popular para que transfiriera al Simeón 12.000 euros (dos millones de pesetas) para la compra de 200 acciones. Se trata del único aporte positivo de la ampliación de capital del club que, como reconcen en la propia entidad, abre negros horizontes sobre el futuro.

El dato, contrastado ayer por EL PERIODICO EXTREMADURA en distintas fuentes, adquiere una relevancia significativa después de que el club hablara oficialmente, por primera vez, de cifras. Lo hizo el propio presidente, José María Bermejo, quien calculó en tres millones de pesetas (180.000 euros) lo que, de momento, se había conseguido. Ello se traduce en otra estadística no menos significativa: si Núñez ha comprado 120.000 euros de los 180.000 posibles, ya tiene dos tercios del total de los adquiridos por el resto de aficionados.

NEGRAS PERSPECTIVAS

Al Cáceres le quedan veinte días, si no hay sorpresa mayúscula o milagro económico de por medio antes. La ampliación de capital de la sociedad anónima deportiva ha quedado tocada de muerte tras el descenso y el próximo día 26 acaba un proceso que, de no haber un gigantesco cambio en la situación, supondrá lo mismo en lo económico que el 3 de mayo en lo deportivo. El club puede desaparecer cuando todavía quedan casi tres semanas para el fin del proceso. ¿El motivo? La nula, hasta el momento, respuesta en la operación financiera: apenas se ha vendido un 1% en acciones de los 2,4 millones de euros (400 millones de pesetas) obligatorios, según anunció ayer el presidente verdinegro, José María Bermejo, en la Ser.

El mandatario reconoció que ya se están buscando fórmulas para poder salir en la LEB bajo el amparo de otra entidad, como la fundación que creó el club hace unos años para gestionar la cantera. Apenas se han vendido 180.000 euros (tres millones de pesetas en acciones), por lo que Bermejo enjuició que la respuesta de la afición ha sido menor que mínima".

"El peso del Cáceres no puede recaer en cuatro tontos como nosotros si no hay apoyo social y económico. Mucha gente se estará alegrando de este fracaso, pero no lo considero personal", añadió. La única voz oficial del club se quejó de que el número de socios el verano pasado estuviese "muy por debajo de lo esperado" y también culpó de soslayo a instituciones a las que no nombró. "No se puede decir que no hay que apoyar a un club de élite para pagar a unos negros. Los equipos profesionales, cuando los creamos y los hacemos creer, deben pagar a jugadores que cobran más que nosotros", declaró.

Bermejo ironizó sobre "el grupo de notables que parece que está interesado en reflotar esto al que, dijo, piensa dar opción a que se haga cargo del club dentro de poco. También disparó contra Julbe al respecto de sus declaraciones a EL PERIODICO EXTREMADURA asegurando que el club hubiese resurgido si él hubiera continuado. "Más vale que se calle", espetó. No es el único entrenador con el que está divorciado , ya que también sugirió que hubiese destituido a Manolo Hussein durante la temporada si hubiese existido otra escenario económico en la entidad.