En la tarde del 2 de agosto ocurrió casi paranormal con Nikolai Davydenko. El tenista ruso, número 4 del mundo, se enfrentaba al argentino Vasallo Argüello, número 87, en la segunda ronda del torneo de Sopot (Polonia). Davydenko ganó el primer set por 6-2. Pese a su lógica ventaja, su triunfo se pagaba entonces a cinco euros, lo que demostraba que muchos apostantes ya veían clara su derrota. A medida que avanzaba el segundo set, y sin síntomas de lesión, las cotizaciones se dispararon. Se llegó a pagar 13 euros por Davy , teórico favorito.

Algun inocente pensó que era un error y siguió confiando en Davy . Pero no había fallo. Perdió el segundo parcial y se retiró por lesión en el tercero. Las sospechas de amaño parecían evidentes. Tras el primer set, Betfair registró apuestas por valor de cinco millones de euros, 10 veces más de lo habitual y casi todas a favor de Argüello. Consciente del posible fraude, la empresa devolvió el dinero a todos los pujadores y avisó a la ATP, que abrió una investigación aún abierta. Las alusiones a la mafia rusa salieron a la luz, pero Davydenko lo negó todo.