Arturo González García (Sevilla, 15 de agosto de 1981), guardameta formado en las categorías inferiores del Sevilla, donde prácticamente ha desarrollado toda su carrera futbolística aunque en la campaña 2002/2003 estuvo cedido en el Sabadell, se ha convertido en nuevo jugador del Extremadura para las tres próximas temporadas. El cancerbero hispalense, que llega procedente del Sevilla B, pesa 80 kilos, mide 181 centímetros y viene precedido de excelentes informes, se disputará la portería del nuevo proyecto azulgrana de Ortuondo con otro portero con pasado sevillista, el cordobés Toni García.

Pero a la llegada de Arturo podría sumarse en las próximas horas la de Iñaki Garmendia Larrea (Vitoria, 18 de agosto de 1981), un lateral que ha militado en el Alavés, en cuyo filial jugó el pasado año siendo compañero de Santi Amaro y al que llegó procedente del Durago hace dos temporadas. Garmendia, 74 kilos de peso y 178 centímetros de altura, está a sólo un paso de convertirse en nuevo jugador del equipo almendralejense y a última hora de la tarde de ayer sólo unos pequeños flecos, de índole más que nada burocrático, impedían que se pudiese oficializar su contratación definitivamente.

También muy cerca está Aitor Santos Primo (Pamplona, 12 de abril de 1976), un polivalente jugador que procede del Algeciras y que ha sido un auténtico trotamundos del fútbol nacional. Ha militado en el Izarra, Osasuna B, Mensajero, Lemona, Racing de Ferrol, Pájara Playas y Talavera. Mide 1´75 metros, pesa 68 kilos e igualmente unos pequeños flecos, que podrían solventarse en breve, lo separan de la firma. Con todo, en las próximas horas podrían hacerse oficiales los fichajes de estos dos últimos jugadores del club almendralejense.

SANTI AMARO Mientras, Santi Amaro, el último fichaje presentado oficialmente, se muestra muy satisfecho tras haberse convertido en nuevo jugador azulgrana. Dice que "es un orgullo pertenecer a la plantilla de uno de los equipos más representativos de la región y estoy muy ilusionado con el futuro". En cuanto al Alavés reconoce que "personalmente no me vino nada bien el ascenso a Primera, pero me alegro mucho por el club".