La ausencia sin justificar de Miguel Angel García Capitán, Capi, fue la nota más desagradable del inicio de pretemporada del Extremadura. Los profesionales del conjunto azulgrana estaban citados a las ocho de la mañana en la clínica San José de Almendralejo. En el centro sanitario estaba previsto realizar las primeras analíticas y las pruebas de rigor antes de iniciar la pretemporada.

Los primeros en acudir a la cita fueron los veteranos capitanes, Pedro José y Manuel, y tras ellos el resto de componentes de la plantilla azulgrana. Para dar la bienvenida a los jugadores, en primera fila, estaba el nuevo técnico, Francisco Javier Diosdado, Cisqui. El entrenador comentaba que "a simple vista han llegado todos los jugadores bien, ahora será la báscula la que marque el estado real de cada uno".

A la hora de hacer recuento de los que habían pasado el reconocimiento médico, saltaba la alarma, faltaban dos. Uno estaba justificado, era el portero argentino Flavio Frangella. El meta llegaba a Barajas a primera hora de la mañana y estaba previsto que el vicepresidente, Miguel Malpica, le recogiera en Mérida sobre las 13.00 horas. Pero el que había dado la espantada era Capi: el centrocampista sevillano no estaba.

MOVIL DESCONECTADO

En el club no sabían nada, el teléfono móvil del jugador estaba desconectado. Lo más llamativo es que el futbolista había estado en las oficinas del club liquidando sus cuentas, junto a Raúl, Marco y su representante, el pasado viernes y se despidió con un hasta el lunes.

Los responsables de la entidad intentaron a lo largo de toda la jornada de ayer ponerse en contacto con el futbolista pero no fue posible. El resto de los componentes del equipo, con sólo cuatro caras nuevas, Toni García, Fran Blasco, Zurdo y Rubenilson más los canteranos, partieron a las 15.08 horas del estadio Francisco de la Hera con destino Jarandilla y Talayuela donde el equipo realizará la pretemporada hasta el próximo día 25.