A punto de apurarse el primer tercio liguero, el Extremadura aún no sabe lo que es ganar fuera de casa en la presente temporada. El pasado domingo regresaba derrotado de Algeciras, gracias a ese polémico penalti final, y antes lo había hecho de igual forma de Tomelloso y Cuenca. Los otros tres compromisos que ha disputado como visitante, en Ecija, Badajoz y Zafra, los cerró con sendos empates. Y lo curioso del caso es que nunca antes, en sus participaciones en la Segunda División B, el bloque almendralejense había tardado tanto en sumar un triunfo viajero.

El pasado año, el equipo de Cisqui tardó apenas cinco jornadas en vencer a domicilio. Fue en el Príncipe Felipe cacereño y por la mínima (0-1). Un año atrás, siendo Francisco López Alfaro el responsable del banquillo azulgrana, se ganaba en la tercera jornada en tierras jiennenses. Concretamente en Torredonjimeno y también con un único gol (0-1). Remontándonos en el tiempo, a ese primer ciclo del club del Francisco de la Hera en la División de Bronce en la década de los 90, encontramos que el Extremadura de Ortuondo en la campaña 93/94, la del ascenso, ganó fuera en la cuarta jornada. Fue curiosamente también en Cáceres y por 1-2.

EN LA PRIMERA Un ejercicio atrás, temporada 92/93, el logró se conseguía en la jornada inaugural. Un gol de José Ignacio Soler en Sevilla ante el filial nevionense supuso los tres primeros puntos del conjunto almendralejense. La peor estadística antes de la actual fue la del campeonato 91/92. Con el estreno de Ortuondo se tardó 9 fechas en sumar el ansiado triunfo viajero. Fue en Maspalomas y por un significativo 2-4. En el debut azulgrana en la categoría, campaña 90/91 con Bizcocho en el banquillo, el Extremadura ganó al Sevilla B en su cancha, otra vez, y en la tercera jornada (0-1).

Mientras, la plantilla vuelve al trabajo, en la jornada de hoy y en doble sesión, tras el día de descanso de ayer. Pendientes de la evolución de Alcázar, el equipo piensa en el Lorca.