Volvió a perder el Extremadura de Antonio Marín. Ayer lo hizo en la Dehesa de la Villa de la capital de España, por la mínima (1-0) y tras haberse adelantado en el marcador a las primeras de cambio. Pero su gol, conseguido en el minuto 2, fue anulado por el árbitro de la contienda, el madrileño Luis Miguel Martínez Montoro, sin que nadie de la expedición almendralejense entienda aún la razón. El propio Marín se quejaba de la labor del trencilla tanto por esa jugada como por algunas otras del encuentro.

El técnico almendralejense denunciaba que "ellos no han llegado ni una sola vez con claridad a nuestra meta. En el gol, logrado en el minuto 20, no han hecho ni jugada. Un fallo nuestro, una pérdida de balón, ha propiciado el tanto que, a la postre, ha sido definitivo". También se quejaba de que, conseguido el gol, el San Federico se dedicó a perder tiempo y a no permitir que se jugase con una mínima continuidad.

El Extremadura se ha complicado la vida en la tabla y el próximo sábado se disputará un derbi dramático ante el Cacereño en Almendralejo.