Marbella: Avila, Raúl Gaitán, Salido, Carlos Rivera, Loren, José Manuel (Morante, m.46), Nano, Apoño (Quique, m.65), Christian, Pepelu, Abel (Santi Moreno, m.65).

Extremadura: Toni García, Garmendia, Alain, Fabio, José Ignacio (Ortiz, m.81), Roberto Rodríguez, Aitor Santos, Samir (Luis Valladar, m.67), Asen, Santi Amaro, David Carmona (Cabello, m.73).

Gol: 0-1, M.43: Aitor Santos.

Arbitro: Martínez Martínez, del Comité de Murcia. Mostró la tarjeta amarilla al local Santi Moreno y a los jugadores extremeños Toni García y Samir.

Incidencias: Partido disputado en el Estadio municipal, ante la presencia aproximada de unos 1.200 espectadores. Terreno de juego en pésimas condiciones para la práctica del fútbol.

El Extremadura arrancó tres puntos muy importantes de Marbella ante un aspirante a plazas de liguilla a base de buen trabajo defensivo y control del juego aéreo, frente a un rival enormemente gris que se enmarañó en la táctica de contención de las acciones que llegó a cabo a la perfección el cuadro de Almendralejo en la segunda mitad.

Debido al pésimo estado del terreno de juego, los dos equipos plantearon un partido sin contemplaciones, con juego directo y acciones sin demasiadas combinaciones ni elaboración, lo que dobló el valor de las jugadas a balón parado, a la postre la mejor forma de encarar la meta rival.

A los cinco minutos, Nano, el más incisivo de los locales, se prodigó en sus penetraciones por la banda izquierda y, en la primera de ellas, a punto estuvo de abrir el marcador, con un centro cerrado que casi se metió en la puerta del Extremadura.

OPCION No obstante, no fue hasta el minuto 24 cuando volvió a producirse algo de peligro en alguna de las porterías, en este caso en la andaluza. Santi Amaro, en potente disparo a balón parado, envió el balón al palo cuando todos los jugadores esperaban el centro. Sobrepasada la media hora llegó la respuesta marbellí en las botas de Abel, cuyo lanzamiento final con la derecha desde la frontal del área se marchó desviado por poco.

El caudal ofensivo en ambos equipos durante la primera mitad fue bastante escaso, pero pese a ello al borde del descanso una acción cambió el signo del encuentro. El extremeño Aitor Santos aprovechó un balón suelto en la frontal del área y de fuerte derechazo raso estableció el 0-1 que a la postre sería definitivo.

Tras el descanso, el cuadro marbellí aceleró las acciones con el mismo recurso que en la primera mitad, con continuos pases largos, muy bombeados, en busca de Pepelu y, en esta segunda mitad, de Morante, una incorporación que perseguía incrementar la fortaleza en la punta del ataque malagueño.

Sin embargo, los frutos deseados no llegaron y los costasoleños acabaron por poner toda su artillería en el campo, cuando Santi Moreno también saltó al maltrecho césped del Municipal.

En los diez primeros minutos de juego se sucedieron hasta siete saques de esquina a favor de los locales y en uno de ellos Carlos Rivera, de buen testarazo, tuvo la mejor ocasión marbellí, pero la excelente intervención del meta Toni García lo desbarató.

CONTROL AZULGRANA Este empuje inicial fue un espejismo, pues el cuadro extremeño no tardó en tomarle gusto al encuentro y empezó a dominar el ritmo del partido y a contener el juego, lo que condujo a mucho tiempo muerto para desesperación de los locales, enormemente necesitados de tomar la iniciativa en el juego del partido.

Ante ello, fueron frecuentes los roces entre los jugadores, fruto del nerviosismo que comenzó a reinar en las filas locales para beneficio de los visitantes, que incluso estuvieron muy cerca de ampliar el marcador por medio de David Carmona y de Asen, el mejor de los de Ortuondo.

Por su parte, las prestaciones ofensivas del Marbella fueron muy pobres y sólo algunos centros aislados de Nano que sus compañeros en la punta no acertaron a rematar y un tímido disparo a media distancia de Santi Moreno -a las manos del portero extremeño- pusieron algo de emoción a los compases finales.

Como nota curiosa, el visitante José Ignacio, jugador la temporada pasada del Marbella, fue despedido con una fuerte ovación por la afición local cuando fue sustituido en el 81.