El centrocampista extremeño del Espanyol, Julián López de Lerma, que el pasado domingo disputó su primer partido oficial después de diez meses, explicó que la posibilidad de jugar con el filial blanquiazul le permitirá coger ritmo de partidos y ponerse a tono físicamente.

"La posibilidad de jugar en el Espanyol B existía. Se valoró, se habló y al final decidimos que jugase en el filial. Creo que me vendrá muy bien para coger ritmo de partidos después de tantos meses de baja", indicó, tras superar una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha cuando estaba cedido en el Sevilla Atlético.