"Me alegré mucho cuando me enteré de que nos había tocado el Cacereño. Si me eliminan, al menos lo hará un extremeño". Miguel Angel Meneses, delantero dombenitense del Yeclano, espera con ansiedad el duelo de la primera ronda de la fase de ascenso a la Segunda División B contra un equipo de su tierra, la que abandonó hace casi diez años para desarrollar una intensa carrera como futbolista profesional en la que incluso llegó a jugar en el fútbol mexicano.

Meneses tiene ya 33 años y encara la recta final de su trayectoria, hablando desde esa perspectiva que da la veteranía y haberse pateado campos de muy distinto tipo. A principios de los 90 era una de las más grandes promesas extremeñas. Le entrenó el director general del Cacereño, Angel Marcos, en el Don Benito (92-94), siendo apenas un juvenil. "Tenía mucha calidad técnica y fama de ser muy buena persona y buen compañero", recuerda Marcos. También fue compañero de Peri, que actualmente trabaja en el club verde.

Tras despuntar en el Don Benito, pasó por los filiales de Extremadura, Badajoz y Mérida cuando estaban en la élite, pero no llegó a dar el gran salto... en España, porque sí fichó por el Cruz Azul, uno de los grandes de México, en la temporada 2000-01, de la mano de Miguel Lospitao. "Fue una experiencia interesante, aunque ha pasado demasiado tiempo", afirma.

"Ya estoy asentado aquí en Yecla, tengo mujer y un hijo y creo que me quedaré aquí después del fútbol", cuenta.

Mucha ´vida´

Se ha ganado la vida en un lado y en otro, entre Segunda B y Tercera, casi siempre haciendo muchos goles: Amurrio (01-02), Yeclano (02-04), Quintanar del Rey (03-04), Mar Menor (04-05), Torredonjimeno (04-05), Mulero (05-06) y regreso a Yecla en el 2006, ya en el nuevo club que se formó después de la desaparición del histórico. "Somos un equipo joven, sin mucha experiencia, pero muy aguerrido. A mí no me gustaría que me hubiese tocado el Yeclano", aventura. Eso sí, prefiere dejarle la presión al Cacereño: "A priori es un equipo fuerte, pero luego nunca se sabe", analiza.

Meneses advierte a su oponente que el domingo se encontrará un estadio lleno, "con 3.000 espectadores que aprietan". La Constitución es un campo pequeño, angosto, "nada que ver con el Príncipe Felipe".

Espera ser titular, aunque está algo corto de forma tras varios partidos parado por una fractura malar tras un pisotón en la cara. Ahora luce una espectacular máscara protectora con la que resulta difícil imaginarle cómodo. Sus números no han sido malos, pese a todo: diez goles, además de un apreciable liderazgo moral en el vestuario. Es uno de los favoritos de la hinchada local. "Para mí es fenomenal ir a jugar a Extremadura. Irá la familia a verme e iré a por todas", apostilla el dombenitense.