El Tribunal Supremo (TS) absolvió ayer al fallecido Jesús Gil y a su sucesor y actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, al estimar que ha prescrito el delito de apropiación indebida de fondos del club, por el que la Audiencia Nacional les condenó a dos y un año de cárcel, respectivamente.

Así lo acuerda la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en una sentencia en la que, además, deja sin efecto la obligación de devolución al club de las 236.056 acciones que poseían y mantiene, sin embargo, la condena de un año y seis meses para el director general del Atlético de Madrid, Miguel Angel Gil Marín, hijo del fallecido, por delito de estafa por simulación de contrato.

El TS mantiene que tanto Miguel Angel Gil como el resto de sus herederos deben devolver al club 2.700 millones de pesetas.