El director general de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Alberto Rivas, y el presidente saliente, Pedro Muñoz, quisieron transmitir tranquilidad respecto a la disputa de la eliminatoria de primera ronda de la Copa Davis entre España y Serbia después de que el viento obligara a suspender la jornada de hoy.

Rivas explicó que las fuertes rachas de viento de ayer, de hasta 89 kilómetros por hora, han obligado a este aplazamiento para "garantizar la seguridad" de los espectadores, pero dejó claro que en cuanto amaine el viento comenzarán los trabajos para reparar la zona dañada de la estructura, especialmente instalada en el parking de Terra Mítica para esta eliminatoria.

Pedro Muñoz, por su parte, lamentó este "accidente" por unas condiciones meteorológicas "inoportunas". "Quiero transmitir tranquilidad. Por lo que sé por los informes técnicos de la dirección de la RFET, está todo bajo control y los técnicos nos informarán de cómo van las cosas, pero puede haber solución, si el tiempo nos permite trabajar", explicó.

El juez-árbitro, Soren Frienel, dejó claro que los jugadores tienen obligación de quedarse en tierras alicantinas hasta el martes para la disputa de estos encuentros y aseguró que está manteniendo reuniones con los capitanes de ambos equipos, el español Albert Costa y el serbio Bogdan Obradovic, para ver posibles soluciones.

Así, mañana podrían jugarse dos individuales y el partido de dobles, o el domingo, el dobles y los individuales necesarios para la resolución del duelo hispano-serbio. Todo dependerá "de la duración de los partidos", señaló Frienel, que dejó claro que la reglamentación de la Federación Internacional de Tenis al respecto es "muy abierta".

En el caso de que la eliminatoria finalmente no pudiera disputarse en estos días en Benidorm, se buscarían unas nuevas fechas para su celebración, y volvería a jugarse en España, ya que la normativa no dictamina que sea el visitante el vencedor en el caso de que el tiempo impida el normal desarrollo de los partidos.

Por último, Dionisio Díez, ingeniero encargado de la instalación, informó de que están teniendo reuniones periódicas cada tres o cuatro horas para determinar "cuándo empiezan a trabajar" en la reparación, una vez comiencen los trabajos necesitarán "de diez a doce horas", pero los operarios podrían trabajar incluso "toda la noche" si fuera necesario