"En cualquier situación normal, Nadal sería el número uno". No lo dice cualquiera. Lo ha soltado públicamente Roger Federer, el indiscutible número 1 del mundo y ganador de los tres últimos Masters Series de Indian Wells, hasta que el pasado domingo Rafa Nadal le sucedió en el palmarés. Una victoria que permite al tenista español recortar en 770 puntos la ventaja que el suizo le lleva en la clasificación mundial.

Desde que se estrenó la clasificación mundial en la era Open (en 1968), nunca se había dado una diferencia tan grande entre el número 1 y sus rivales como la que ha conseguido Federer. Y no será precisamente porque el hombre que le persigue desde hace un par de años no haya hecho méritos para acercarse a él y rebasarle.

A sus 20 años, Nadal ya ha conquistado 18 títulos, entre ellos dos en Roland Garros y siete torneos Masters Series.

Elogio de McEnroe

"Hace más de 80 semanas que Nadal es el número 2 del mundo y si alguien debe sucederme debería ser él. Se lo merece. En cualquier otra situación normal sería el número 1 del mundo desde hace tiempo, lo que pasa es que yo jugué sencillamente demasiado bien y fui muy constante en los Grand Slams", valoró el tenista suizo a la agencia alemana DPA.

El triunfo en Indian Wells ha permitido a Nadal recuperar el reconocimiento internacional que parecía haber perdido después de no haber ganado ningún título desde el pasado Roland Garros. "The boss bis", titulaba el enviado especial de L´´Equipe en Indian Wells para destacar el triunfo de Nadal. "Creo que ha probado que ha vuelto y que está recortando el hueco con Federer, aunque la distancia es aún enorme", decía ayer el excampeón McEnroe.

Pero el más contento de la actuación de Rafael Nadal era, sin duda, su tío Toni. "Estoy muy satisfecho de cómo ha jugado todos estos días. La victoria ante Djokovic no era fácil porque Rafa tenía la presión de ganar, y tiene un gran mérito porque es la primera que logra en Estados Unidos y en un torneo en el que estaban todos los buenos", dijo ayer el entrenador.

El técnico manacorense valoraba el progreso de su sobrino en pista rápida: "Ha jugado con golpes variados, tanto con el saque como con una derecha profunda y potente. Tácticamente ha estado muy bien, pero lo mejor es que de cabeza vuelve a estar muy fuerte". Y eso, en Nadal --lo sabe su tío y lo sufren sus rivales--, marca la diferencia en el tenis actual.