Tenía que ser en París. Solo la capital francesa pueda arropar el intento de Renault por recuperar su origen, su identidad, su carácter ganador, sus títulos. El auditorio del centro Bolougne-Billancourt de la marca francesa Renault resultó pequeño para tantos periodistas acreditados en la presentación del equipo de F-1. Nada que ver con la triste puesta en escena del pasado año, en Amsterdam, preludio de una temporada gris, a la sombra de la ausencia de Fernando Alonso.

LA VUELTA ESPERADA El regreso del bicampeón ha devuelto la ilusión, el potencial y la relevancia al equipo anglofrancés que ayer en París, en una antigua fábrica rehabilitada de la marca, proclamó su intención de ganar carreras de nuevo. "Nuestra obligación es merodear el podio en cada carrera; luego ya veremos qué ocurre con el campeonato", aseguró Flavio Briatore, el responsable del proyecto deportivo de la marca francesa. "Soy un luchador y quiero ganar", dijo convencido, orgulloso del cambio, el bicampeón español.

La versión más glamurosa de Briatore condujo un acto en el que Alonso fue la gran estrella. Nelson Piquet y los probadores --el francés Romain Grosjean y el brasileño Lucas di Grassi-- escoltaron al bicampeón y el R28, el coche con el que la escudería espera reverdecer laureles. "Juntos" fue la palabra más repetida --hasta 25 veces-- en el tema musical elegido para el vídeo de presentación del nuevo proyecto. Es también el eslogan de la temporada. Es el espíritu de un equipo que sabe que puede tumbar a escuadras más poderosas económicamente con la eficacia de quien trabaja en grupo.

BELLISIMO RECINTO Para esa reconquista, para ese regreso al futuro, eligió Renault un escenario singular: unas naves industriales construidas en el cinturón industrial de París por Claude Vasconi y hábilmente rehabilitadas ahora como sede de los creativos de publicidad y del departamento de márketing de Renault. En ese moderno escenario presentó Renault a Alonso y al R28, el binomio sobre el que quiere levantar de nuevo su éxito.

De un año, el 2007, para olvidar, a una temporada cargada de motivos para el optimismo. De una época oscura a otra llena de luz, como el Renault Square Com, ubicado por los arquitectos Jakob y MacFarlane en el interior de unas naves fabriles obsoletas. Proyectadas como una gran planta de fabricación, hace cuatro años mutaron su aspecto y su función: de almacén olvidado a centro corporativo de la marca, escenario de presentaciones y eventos.

El mismo presidente de la marca Carlos Ghosn (no había acudido nunca a la presentación del equipo de F-1 en sus dos años y pico de mandato) abrió una presentación austera pero llena de contenido, muy en la línea de eficiencia que busca la marca y el equipo. "Somos un equipo ganador, siempre lo hemos sido. Tenemos grandes pilotos y un gran equipo", proclamó el gran jefe delante de Briatore, al que recordó directamente que "la temporada pasada fue un desastre, pero estoy convencido de que este año será muy diferente". Fue precisamente Briatore quien destacó que la vuelta del bicampeón supone "mucha más motivación para todo equipo".

NUEVOS PATROCINADORES Renault presumió ayer de nuevos patrocinadores, como el Banco de Santander a través de su división para universitarios: Universia, la fábrica de cocinas Silestone y la firma textil Pepe Jeans. Es posible que, en el comienzo de la temporada en Australia, incorpore alguno más. De hecho, el coche y los ignífugos de los pilotos lucen una generosa banda azul marino esperando la llegada de otro anunciante en el lugar que, años atrás, fuera propiedad de Telefónica, que sigue siendo la gran compañía española ausente de la F-1 junto a la petrolera Repsol-YPF.

Alonso ha cambiado un equipo ganador por otro que fue y que espera volver a serlo, pero que está por detrás de los favoritos. Eso sí, ha ganado en tranquilidad. "Es fácil trabajar para mí en este equipo. Estoy feliz y cómodo aquí y es cierto que desde que pisé de nuevo la sede de Enstone fue como volver a casa", apuntó.