Asume que "si me lo hubiese pensado mucho, no hubiera aceptado". Y es que el nuevo presidente del Cáceres sabe que no lo tendrá nada fácil. Sin embargo, confía en la implicación de la ciudad para que el nuevo proyecto baloncestístico salga adelante.

--Tras su paso por varias funciones en el club, ahora, como presidente, ¿se lo pensó mucho antes de ser presidente?

--No. Si me lo hubiese pensado mucho, no hubiera aceptado. El presidente natural era Teodoro Casado, pero su estado de salud le impiden serlo. Todos mis compañeros creen que debía serlo yo y me han prometido que me apoyarán en todo.

--Ahora como presidente, ¿cúal es su mayor preocupación?

--Sobre todo, que la gente se divierta con el baloncesto y divertirse significa que vayan y se lo pasen bien. Lo demás es cosa nuestra, intentar que sea así.

--Han repetido estos días que la afición tiene que ser la piedra angular de este proyecto...

--Sí. El baloncesto sigue en Cáceres porque hay mucha gente que quiere divertirse.

--La misma afición puede pensar, incluso, de que, a pesar de la austeridad, pudiera haber posibilidades de que el club pueda metese en los play off y se plantee, de nuevo, la opción de subir a la ACB. ¿Qué pasaría?

--No lo sé. Si el equipo lo hiciera tan bien que subiéramos entrarían en juego muchos factores: las ganas que la ciudad tuviera de que el club estuviera en la ACB, el dinero del canon, la plantilla... Lo que hay que plantearse es si interesa el baloncesto, sin descartar dar el salto.

--¿Va a confiar en la gente de la cantera? ¿Podrá ser un equipo de corte extremeño?

--Si no hay primer equipo no sube nadie. Es el pez que se muerde la cola. Queremos que la gente de la cantera siga con la ilusión de que hay equipo arriba.

--¿Qué prometen?

--Intentar divertir y que, si hay problemas, los gestionaremos.

--¿No temen que se repitan los problemas del año pasado?

---El presupuesto se va a ajustar lo máximo posible, pero al mismo tiempo hay que preguntarse: ¿qué club no tiene problemas?. Vamos a intentar que no se produzcan muchos.

--¿Pero no hay garantías de que haya dificultades añadidas?

--Todos nuestros esfuerzos se van a volcar en que no los haya. El presupuesto va a estar controlado. Las oscilaciones no pueden ser grandes.

--Pero, ¿no puede ocurrir lo del año pasado?

--El presupuesto no se va a salir de madre. El problema siempre será la periodificación de los pagos y tenemos que intentar que, hasta que lleguen las subvenciones, hayamos acumulado el capital suficiente.

--¿Cómo se implicará a los empresarios?

--Esto es un asunto de la ciudad, como ha dicho Teodoro Casado. Algunos pueden estar cansados, porque siempre les toca a los mismos, pero ya no le pediremos el dineral del año pasado, sino un servicio publicitario. Habrá 3.000 aficionados, buena cifra para la LEB.