REAL MADRID: Iker Casillas; Cicinho, Sergio Ramos, Helguera, Roberto Carlos; Gravesen, Baptista; Beckham, Zidane (Raúl Bravo, m.80), Robinho; y Cassano (Soldado, m.77).

BETIS: Doblas; Varela, Melli, Juanito, Castellini; Arzu, Rivera (Tardelli, m.46); Joaquín, Capi, Fernando (Edu, m.46); y Dani (Robert, m.63).

GOL: 1-0, m.44: Robinho.

ARBITRO: Pérez Lasa (Comité vasco). Mostró cartulinas amarillas a Sergio Ramos y Roberto Carlos por el Real Madrid y Melli por el Betis.

INCIDENCIAS: Encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Mucho frío en las gradas.

El brasileño Robinho, el día de su 22 cumpleaños, regaló al Real Madrid las semifinales de Copa del Rey, con un gol de ensueño que fulminó al actual campeón de la competición, un Real Betis en plena caída, con síntomas de preocupación.

Juan Ramón López Caro engañó a todos en la previa. "Cassano no está a su mejor nivel". Sus palabras dejaban entrever que no llegaría el debut como titular del delantero italiano en el Bernabéu, pero su inclusión, como la de Roberto Carlos en el lateral izquierdo, fueron las sorpresas en la noche de Robinho.

Llegaba el brasileño en una dinámica ascendente tras los últimos partidos, en los que su figura se ha ido acrecentando a la par que desaparecía la presión que le ahogaba. Robinho juega libre, sin miedo, y es la mejor noticia para el madridismo.

En el día de su 22 cumpleaños dio todo un recital desde el primer minuto. Varela no encontraba la forma de frenar la habilidad y velocidad del brasileño que estuvo en todas las acciones de peligro de un partido que comenzaba frío, condicionado por el resultado del encuentro disputado en Sevilla.

Faltaba una figura clave en el renacer madridista y su afición le echó en falta. Guti, aupado a los cielos cuando han reconocido su fútbol, dejaba al Real Madrid sin su imaginación en la construcción donde Gravesen, peleado con el mundo, se aturullaba y pedía a gritos la colaboración de Beckham y Zidane para dar limpieza al fútbol.

Sólo los regates de Robinho animaban el duelo con un fútbol escaso de profundidad. Un testarazo de Ramos y dos remates de un voluntarioso Cassano comenzaron a calentar a Doblas.

DESDE CASILLAS En el último minuto de la primera parte todo quedaba sentenciado. El Betis asomaba por primera vez con peligro por el área rival y Casillas salvaba a su equipo y lanzaba una contra mortal. Primero frenó por bajo el potente disparo de Joaquín, lanzado tras una plástica bicicleta, y con velocidad comenzó una jugada que se asimila a la definición de libro de un contraataque.

Zidane prolongó, Beckham trasladó el esférico con velocidad y Robinho decidió. Se adentró en el área para decidir en una décima de segundo en la que regateó y chutó colocado pegado al palo. Era el punto y final.

En la segunda parte el orgullo bético le hizo buscar el tanto del honor. La entrada de Edú aumentó la mordiente de su equipo pero el Real Madrid, cómodo, no pasó ningún apuro y acabó divirtiéndose.

Robert tuvo el empate en sus botas en el minuto 75 pero Casillas, que seguía a lo suyo, le ganó en el mano a mano sacando su potente disparo. Ramos daba una exhibición de fuerza, Robinho deleitaba y sólo Baptista no termina de sumarse a la causa de un Real Madrid que vuelve a hacer disfrutar a sus aficionados y se mantiene con vida en todas las competiciones.