Empezó bien el día saludando al Rey junto a Pedro de la Rosa y Carlos Sainz. Se montó en el camión para dar la vuelta de honor al circuito junto a Lewis Hamilton, codo con codo, evitando por un lado que pitaran mucho al británico de McLaren y, de paso, le demostró que de racismo "nada de nada".

Está claro que no fue su mejor carrera, ni la más espectacular para el público. Acabó abandonando, con lágrimas en los ojos y con el semblante de rabia mientras bajaba con su coche hacia el aeropuerto.

Fernando Alonso llegó al circuito con su Renault Mégane y casi choca con un microbús de prensa. A punto estuvo de salirse en la vuelta de reconocimiento de la carrera y chocar con el muro. Y tras su abandono, cuando iba quinto, se volvió a montar en el Mégane para enfilar la autopista rumbo al aeropuerto antes de que acabara la carrera.

No quiso hacer apenas declaraciones, salió satisfecho (al menos eso parecía). Se abrazó a un aficionado que saltó de la pelousse para consolarle mientras le pedía a un fotógrafo "no me hagas fotos" con lágrimas en los ojos. La tensión y la rabia pudo más que la sensación del trabajo bien hecho. Porque pese al abandono las sensaciones fueron buenas: "Hemos dado un primer paso, porque hemos demostrado que podemos estar con los de cabeza", comentó el líder de Renault F-1.

"Hemos aguantado mejor a los Ferrari y al resto, algo impensable hace tres semanas", añadió el asturiano. "Viendo el repostaje de Massa tres vueltas después que nosotros ya demuestra que no lo estábamos haciendo tan mal y que no íbamos tan descargados como decían". El abandono no fue la recompensa más justa para el esfuerzo que el equipo Renault hizo. Seguro. "No acabar la carrera me da mucha rabia pero el lado bueno es que creo que, a partir de ahora, nos podemos divertir. Hasta ahora estábamos un poco perdidos, aunque habrá que confirmarlo todo en Turquía, no sea que suceda al contrario, las cosas no acaben de funcionar y volvamos a la oscuridad. Ahora se abre una nueva temporada para nosotros", afirmó antes de marcharse tan rápido como llegó.