Fernando Torres admitió ayer que "el halago debilita", tras la colección de piropos que ha recibido la selección tras su goleada a Bélgica, pero aseguró que "no se conforma" y que tiene hambre de éxito antes del Mundial 2010. "Podemos mejorar. Somos jóvenes, tenemos mucho que aprender y estamos seguros de que esta selección será mucho más fuerte en el futuro. Cuando la espectativas son tan altas es difícil estar al máximo nivel. Para eso tenemos el Mundial al que queremos llegar con todas las aspiraciones posibles", dijo.

El otro jugador que habló ayer ante los medios fue Gerard Piqué. Afirmó que el gol que marcó a Bélgica le sale "una de cada mil veces", pero tras marcar tres tantos con la selección en nueve partidos dijo que "los goles no son solo cosa de delanteros". "Es una acción que intento hacer a menudo, incorporarme al ataque. En el Bernabéu con el Barça fue bastante parecido la temporada pasada cuando marqué. Cuando sale bien es bonito", aseguró. Piqué reconoció que se siente igual de cómodo en el Barcelona como en la selección. EFE