Juan Carlos Ferrero derrochó garra, luchó con ambición, pero no pudo impedir que el australiano Lleyton Hewitt le arrebatase el triunfo y se coronase campeón de la Copa Masters por segundo año consecutivo.

Un perfecto globo de revés en el último punto ajustició al español por 7-5, 7-5, 2-6, 2-6 y 6-4 en tres horas y 52 minutos para que Hewitt ganase el torneo un año más, y con el su quinto título de la temporada, después de los conseguidos en Indian Wells, Wimbledon, San José y Queens, y el 17 de su carrera.

Si su novia, la belga Kim Clijsters, se impuso hace una semana en el Masters femenino disputado en Los Angeles al derrotar en la final a la estadounidense Serena Williams, Hewitt no falló en el masculino, y tras revalidar hace tan sólo unos días su condición de número uno al final de la temporada logró el título que corona al mejor de los mejores en el último torneo de la temporada.

SUCULENTO PREMIO

Para Ferrero queda el consuelo de acabar la sesión cuarto del mundo, con un cheque por 370.000 dólares en el bolsillo y también la certeza de que hizo frente al mejor Hewitt del momento, aquel que como él mismo proclama está obligado a no bajar la guardia en los instantes cruciales como lo requiere la condición de número uno del mundo.

Ferrero buscaba convertirse en el tercer español que ganaba el Masters después de Manuel Orantes, vencedor en 1976 en Houston (Estados Unidos) y Alex Corretja en 1998 en Hannover (Alemania). Y estuvo cerca de conseguirlo, pero le faltó el remate final, algo imperdonable cuando enfrente se encuentra un rival como Hewitt, que juega precisamente mejor cuando tiene todo en contra.

Tras disputar el partido número 50 de su carrera en pista cubierta y ganar a Carlos Moyá en semifinales, Ferrero parecía dispuesto a la lucha más cerrada de su historial, después de la que libró contra el "aussie" en la final de la Copa Davis del 2000 cuando su punto proporcionó la victoria del equipo español.

La batalla fue frenética, con épicos intercambios desde el fondo, y los 10.000 espectadores que llenaba el Expo Center volcados con el espectáculo. Hewitt cometió 71 errores no forzados por 48 del español, pero redujo esta diferencia con 56 golpes ganadores, por 37 de Ferrero.

Hewitt ha ganado este año 51 partidos y ha perdido sólo 15, récord en la sesión, por delante de Carlos Moyá (59-21) y de Roger Federer (58-22).