El fichaje de Morientes y la consecución del liderato han reactivado las querellas de los clubes grandes del fútbol francés contra el Mónaco, al que acusan de una "competencia desleal" provocada por su ventajoso régimen fiscal.

A la cabeza de las quejas está el presidente del Olympique de Marsella, Christophe Bouchet, que en los últimos días ha multiplicado sus ataques a un club que "paga menos impuestos y, habitualmente, ocupa un puesto del fútbol francés en las competiciones europeas".

En el Principado se defienden con el argumento de que su régimen fiscal "es el que es", y que no aporta tantas ventajas pues, por un acuerdo con el Francia, la exención del impuesto sobre la renta no se aplica a los ciudadanos franceses, que son la mayoría de los futbolistas del club.

GRAN DIFERENCIA

Lo cierto es que, un jugador extranjero que firma por el Mónaco y que cobra un salario neto (después de impuestos) de un millón de euros, cuesta al club algo más de 1,5 millones de euros. Ese mismo jugador, a un equipo francés le cuesta más de cuatro millones de euros, ya que tiene que hacer frente a más impuestos.

Esta ventaja ha jugado a favor del Mónaco a la hora de hacerse con la cesión del madridista Fernando Morientes, ya que el extremeño quería cobrar la misma ficha que ganaba en el Bernabéu, más fácil de afrontar para un club que no tiene que pagar impuestos.

Por eso, Bouchet exige que el Mónaco pague un canon por jugar en Francia, que serviría para equilibrar. El presidente marsellés cuenta con el apoyo de su homólogo del Lyon, Michel Aulas.