ESPAÑA: (18+22+26+17) Calderón (17), Fernández (12), Jiménez (3), Reyes (6), Pau Gasol (7) -cinco inicial-, Garbajosa (7), Navarro (12), Marc Gasol (10), Cabezas (3), Sergio Rodríguez (1), Berni Rodríguez (3) y Mumbrú (2).

ALEMANIA: (14+13+16+12) Hamann (2), Greene (-), Okulaja (5), Nowitzki (11), Femerling (8) -cinco inicial-, Arigbabu (-), Herber (7), Jagla (10), Demirel (7), Roller (-), Gruenheid (1) y Garrett (4).

ARBITROS: LaMonica (ITA), Pilipauskas (LTU) y Castano (FRA). Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Los Príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, en el palco.

A España le bastaron 20 minutos para pasar por encima de Alemania y dejar en el suelo el cadáver, siguiendo su arrolladora marcha hacia el oro del Eurobasket. No hubo partido de cuartos de final. Fue un recital. Una exhibición que convirtió en una fiesta el encuentro en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. No tuvo rival la selección que hizo lo que quiso con su adversario, ansiosa como está por demostrar su condición de campeona del mundo en casa. Los jugadores de Pepu Hernández derrocharon adrenalina, ganas, pasión y, sobre todo, talento, mucho talento. Es decir, todas las virtudes que le han convertido en un equipo con mayúsculas.

El premio fue dar otro paso más, este ya trascendental, que le coloca en el camino de las medallas: en una de las semifinales de mañana, donde el reto se complicará mucho más: delante tendrá al ganador del partido entre Grecia y Eslovenia, aunque por lo visto ayer España anda tan sobrada que será uno de estos dos equipos el que se tendrá que preocupar. Ayer la selección ni siquiera necesitó la mejor versión de Pau Gasol. Con 26 minutos de la estrella de Memphis se bastó porque aparecieron el resto de ases del equipo --Calderón, Rudy, Navarro, incluso Marc Gasol-- con una sincronización perfecta para dejar todo resuelto.

Hasta que se normalizó el pulso y bajaron las revoluciones, lo que no sucedió hasta el tercer cuarto, no fue un partido cómodo para España, porque además de lidiar con la presión lógica del favorito y con la resistencia del rival --el todavía subcampeón europeo, todo hay que recordarlo--, pareció destemplarse más de la cuenta con el parón inicial del encuentro por los problemas electrónicos del marcador. Pero después fue un repaso.

Fue Alemania quien consiguió enchufarse con más rapidez al encuentro. Posiblemente porque Nowitzki enseñó el camino a sus compañeros. Y porque, además, el equipo dirigido por Dirk Bauermann le complicó la vida a la selección con el rebote ofensivo (8-9, m. 5). No fue hasta la efectiva entrada de Garbajosa en la cancha, sumando cinco puntos consecutivos, cuando España logró desatascar ligeramente su juego de ataque (16-9, después de un triple de Rudy, m. 8).

No bastó, en cualquier caso, para descentrar inicialmente a Alemania, que ayer sabía lo que estaba en juego. Una actitud más agresiva en defensa y los triples de Demirel, Okulaja y Nowitzki devolvieron a Alemania al choque (20-20, m. 13). Y España necesitó la mejor versión de Navarro, con dos triples inverosímiles, una mayor implicación ofensiva de Pau Gasol y sobre todo de Calderón, para recuperar el control y abrir una brecha clara ya en el descanso (40-27).

MONOLOGO ESPAÑOL Por esa brecha fue disipándose toda la resistencia germana. Todo se precipitó hasta convertir lo que debía ser un pulso incierto en un monólogo del equipo español, que acabó comiéndose a su rival, incluido al ídolo de la NBA, Dirk Nowitzki. El ataque de la selección se mostró letal y, encima, el equipo de Pepu Hernández subió sus revoluciones en defensa con una presión en todo el campo que acabó de desmoronar a Alemania que dio la impresión de ser un púgil grogui en un ring, con diferencias que alcanzaron hasta los 37 puntos.