El éxito lo merecía. La familia del Cáceres Patrimonio de la Humanidad celebró hasta altas horas de la madrugada su ascenso a la LEB Oro, conseguido el sábado ante el Guadalajara. No faltaron las anécdotas en un festejo gozoso al máximo y que abre la puerta a la segunda categoría nacional del baloncesto español.

El 67-63 que dio el título de la LEB Plata al conjunto extremeño tuvo su prolongación unos minutos después en la cafetería El Montaíto, uno de los principales patrocinadores del club y donde los jugadores almuerzan muchos días. Allí, agasajados por su propietario, un eufórico Julio Martínez, estuvieron plantilla, cuerpo técnico y directivos, acompañados por familiares y amigos.

El buen ambiente reinó en una velada muy especial, interrumpida a menudo por las risas y los cánticos y que incluso muchos seguidores siguieron desde fuera del recinto, a la espera de que concluyese para felicitar una vez más a sus héroes. Una presencia sorprendente fue la de Ben Mockford. El jugador británico, que abandonó por voluntad propia el Cáceres en la primera vuelta, no quiso perderse la hazaña de sus excompañeros.

Por descontado que la fusión entre los baloncestistas y los aficionados fue completa a lo largo del resto de la noche. No hay distancias ni elitismos en estas categorías. Los que así quisieron continuaron de fiesta en el Club Atico, un local en el que la alegría siguió desbordándose. Ni la lluvia que caía ocasionalmente pudo chafar la satisfacción por lo conseguido con tanto sufrimiento.

Los grandes animadores fueron los amigos asturianos de Fernando Fernández, muy aficionados a la pirotecnia y que disfrutaron e hicieron disfrutar al máximo.

Sin embargo, a esas alturas algunos de los homenajeados ya se habían retirado. Entre ellos, Roberto Blanco, el ayudante del técnico, Ñete Bohigas, que en la mañana del domingo se jugaba con el equipo junior del San Antonio-Cáceres el título autonómico ante el BCB pacense. Y, como las alegrías nunca vienen solas, también hubo victoria cacereña. Fue de modo agónico: tras remontar 19 puntos en la segunda parte, los colegiales se impusieron en la prórroga (78-67).

Otra anécdota impagable se produjo ya de madrugada. El entrenador del Guadalajara, Javier Juárez, que siempre se ha declarado como un gran amante de Cáceres, decidió pasar la noche en la ciudad con unos amigos y coincidió con los jugadores del equipo verdinegro que todavía celebraban el triunfo. Su relación con Luis Parejo o José Marco, entre otros, es muy buena, y los felicitó de nuevo.

El futuro

Era un día para disfrutar del momento y no pensar en el futuro, pero el club ya tiene diseñada una estrategia para las próximas semanas. Pedirá reunirse con las principales instituciones en las pretende sostener su proyecto en LEB Oro (Gobierno de Extremadura y Ayuntamiento y Diputación de Cáceres) para evaluar su grado de apoyo económico.

En este sentido, el candidato socialista a la alcaldía de Cáceres, Luis Salaya, emitió un comunicado en el que felicita al Cáceres por el ascenso y pidió que "independientemente del resultado electoral de las elecciones del 24 de mayo, Elena Nevado la actual alcaldesa comprometa apoyo suficiente, tanto municipal como de otras instituciones, para garantizar que el equipo no tenga dificultades para competir en LEB Oro". "Mucho nos tememos que tanto el Ayuntamiento de Elena Nevado como la Junta de Extremadura de Monago no serán firmes defensores de este proyecto, como así ha sucedido en esta legislatura", asegura.

El partido que a nivel político se plantee ahora también resultará decisivo, pero la predisposición de la directiva del Cáceres a ejecutar el ascenso es positiva. Después de meter a 4.000 personas el sábado en el Multiusos, la coincidencia general es que hay que estar en Oro.