REAL MADRID 4: Casillas; Míchel Salgado (Higuaín, m.74), Sergio Ramos, Metzelder, Marcelo; Robinho, Guti, Gago, Sneijder (Balboa, m.81); Raúl (Diego Torres, m.88) y Van Nistelrooy.

OLYMPIACOS 2: Nikopolidis; Torosidis, Antzas, Julio César, Raúl Bravo (Zewlakow, m.75); Galletti, Patsatzoglou, Stoltidis, Ledesma (Núñez, m.86), Djordjevic; y Lua Lua (Kovacevic, m.73).

GOLES: 1-0, m.3: Raúl. 1-1, m.7: Galletti. 1-2, m.47: Julio César. 2-2, m.68: Robinho, de cabeza. 3-2, m.82: Robinho. 4-2, m.90: Balboa.

ARBITRO: Tom Henning Oevreboe (Noruega). Expulsó, por roja directa, a Torosidis (m.13).

Robinho, centro de la polémica durante las últimas jornadas, fue la gran estrella en la victoria del Real Madrid en el partido de la Liga de Campeones en el que los hombres de Bernd Schuster vencieron al Olympiacos, con lo que lideran en solitario el grupo C de este torneo.

Schuster dio entrada de principio a Robinho, sancionado con un expediente informativo --que posiblemente se transformará en multa económica-- por su retraso la pasada semana tras el Brasil-Ecuador, que acabó con 5-0 para los locales, y, según las malas lenguas, en una loca fiesta de los deportistas canarinhos .

No fue fácil. En el séptimo minuto surgió, cómo no, la figura de Luciano Galletti, que casi siempre marca contra el Madrid. Hoy no iba a ser menos y definió tras gran jugada por la izquierda del serbio Predrag Djordjevic, capitán de los visitantes.

Poco después del empate, se produjo un lance que pudo resultar decisivo: la expulsión de Vassilis Torosidis, por roja directa, tras derribar a Ruud cuando el holandés encaraba portería. Al Madrid le quedaban 77 minutos con superioridad numérica sobre los del Pireo.

El brasileño Marcelo, antes de la media hora; y el holandés Sneijder, a falta de diez, obligaron, de fuertes disparos, a lucirse al veterano portero del club ateniense. Pero, apoyados por una afición ejemplar, los griegos no sólo aguantaban. Se estiraban.

Otro brasileño, el ´trotamundos´ ex madridista Julio César, evitó otra ocasión de Raúl y Nikopolidis, el mejor de la primera parte, efectuó otro paradón a tiro de Robinho. Pero al descanso, empate.

MAS APUROS Y nada más reanudarse, Julio César aprovechaba un despiste defensivo blanco y adelantaba a los griegos. Schuster optó por dar entrada a Gonzalo Higuaín por Míchel Salgado, dejando una defensa de tres. Dio resultado casi inmediato, porque a Sergio Ramos, aparte de talento, le sobran condiciones físicas para unirse al ataque.

Un toque genial de Guti habilitó por la derecha al sevillano, cuyo centro remató de cabeza Robinho, que tras empatar, besó el escudo y corrió a abrazarse con Schuster. De bien nacidos es ser agradecido.

El Madrid se lanzó en tromba, pero la valentía del Olympiacos convirtió el partido, flojo en la primera mitad, en un auténtico choque de ´Champions´. La emoción emanaba cada vez con mas fuerza. Una de las ´fantasías´ de Robinho dio origen al penalti, a falta de quince, que desperdició Van Nistelrooy. Y que pudo desembocar en un drama si el infatigable Djordjevic aprovecha una posterior contra.

Pero de nuevo el Madrid se aferró a la épica --con uno más, eso sí-- y Robinho, con la puntera --y con el corazón--, logró el 3-2, antes de regalarle el 4-2 definitivo a Balboa, que se sumó a una fiesta en la que en los minutos finales brilló el coreado Iker Casillas. El equipo de Schuster lidera en España y en Europa.