Mallorca: Moyá; Cortés, Iuliano, Ballesteros, Poli; Campano, Pereyra, Farinós (Correa, min. 83), Arango; Víctor (Tuni, min. 72) y Okubo (Luis García, min. 78).

Betis: Prats; Melli, Juanito, Rivas, Luis Fernández; Arzu (Benjamín, min. 77), Assun§ao; Joaquín (Lembo, min. 92), Fernando (Varela, min. 74), Edu, y Oliveira.

Goles: 0-1, min. 53: Assun§ao. 1-1, min. 89: Pereyra.

Arbitro: Pérez Burrul (Colegio Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a Iuliano, Arango, Pereyra del Mallorca; a Arzu, del Betis.

Incidencias: Unos 23.000 aficionados en Son Moix, el aforo completo del estadio, cuyas gradas fueron dominadas por el color rojo que lucieron los seguidores del Mallorca. El club, además, repartió 15.000 parejas de palos sonoros y mil banderas mallorquinistas.

El Mallorca y el Betis hicieron historia al empatar 1-1 en Son Moix, ya que mientras los rojillos lograron culminar una remontada espectacular para evitar el descenso, los verdiblancos consiguieron clasificarse por primera vez para la Liga de Campeones.

El empate fue suficiente debido a los resultados que se dieron en los otros campos. Abrió el marcador el brasileño Marcos Assuncao y lo cerró el argentino Pereyra. Después, llegó la fiesta por todo lo alto con las gradas teñidas de rojo y los jugadores de ambos equipos eufóricos en el césped.

Empezó mejor el equipo balear, más asentado en el terreno de juego y moviendo el balón con criterio, pero todos sus intentos por crear ocasiones de gol fracasaron ante la ordenada defensa verdiblanca. El Betis decidió esperar atrás y salir al contragolpe, aunque sólo lo logró en contadas ocasiones, sin provocar sustos en la zaga insular. De hecho, en la primera parte los porteros, Moyá y Prats, apenas tuvieron que intervenir, con dos equipos muy poco dispuestos a buscar riesgos innecesarios.

Joaquín, Edu y el brasileño Ricardo Oliveira, la tripleta ofensiva de los verdiblancos, estuvieron bien controlados, y el repliegue voluntario del resto de sus compañeros no les ayudó para dar señales de vida ante Moyá.

La única emoción de los primeros 45 minutos en las gradas se vivió con los transistores. Primero, silencio sepulcral con el gol del Levante, y después alegría por todo lo alto con los dos tantos del Villarreal.

SEGUNDA PARTE La segunda parte fue otra historia. El gol de Assun§ao (min. 53) llevó la angustia a las gradas y sacó del letargo a los jugadores de Héctor Cúper. El brasileño no perdonó en la tercera oportunidad que dispuso y clavó el balón en el ángulo izquierdo de la portería de Moyá.

La ventaja verdiblanca dejaba al Mallorca en una situación muy peligrosa, a expensas de un gol del Levante, por ello, sus jugadores se lanzaron furia en busca del empate. Lo tuvo Farinós, pero su disparo se estrelló en el larguero.

A medida que transcurrían los minutos, la situación del equipo balear era más crítica y sólo lo podía solucionar un gol, que llegó, finalmente, a través de un certero cabezazo de Pereyra. Casi al unísono, el Villarreal sentenciaba al Levante, y a partir de ese instante la fiesta fue total en Son Moix. Los jugadores de ambos equipos corrieron a festejarlo con sus seguidores en las gradas, en un final trepidante que pasará a la historia como una gesta espectacular del Mallorca, que evitó en el descenso en las últimas siete jornadas de la Liga.