El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, anunció ayer que propondrá al Congreso, que se reunirá en Múnich los días 7 y 8 de junio, la creación de una Comisión de Etica, con poder sancionador, para atajar los desmanes que se produzcan en cuestiones como las apuestas o el racismo. Fue la principal cuestión abordada por el Comité ejecutivo de la FIFA que se preparó la reunión a la que asistirán los próximos jueves y viernes las 207 asociaciones afiliadas.

Blatter afirmó que esta comisión, que será el tercer órgano jurisdiccional junto a la Comisión de Disciplina y la de Apelación, será "una herramienta para controlar nosotros mismos el fútbol frente a abusos, como las apuestas, el problema con los agentes, con la propiedad de los clubs o la injerencia política". Esta comisión sustituye a la anterior con el mismo nombre, pero que tenía un carácter consultivo, y lo que pretende, según Blatter, es fijar "el rumbo" para evitar "desviaciones".

El presidente de la FIFA aseguró que esa relación de sanciones para casos como la implicación de jugadores, técnicos o árbitros en apuestas se creará tras el Mundial, porque lo que no quieren es precipitarse, como ocurrió cuando se quiso responder a los casos de racismo en los estadios. Blatter nombró los casos de corrupción que se han producido en el fútbol alemán, el belga, el brasileño o, recientemente, en el italiano, y señaló que el árbitro es "el eslabón más vulnerable".