Tres partidos de suspensión para Zinedine Zidane y otros dos para Marco Materazzi. Esa es la sanción que ayer decidió la FIFA por el enfrentamiento que los dos futbolistas protagonizaron en la final del Mundial de Alemania, entre las selecciones de Italia y Francia, del pasado 9 de julio. Además, el comité disciplinario castigó al capitán francés con una multa de 7.500 francos suizos (4.840 euros) y otra de 5.000 francos suizos (3.250 euros) al defensa italiano.

El castigo se hizo público tras la declaración que Zidane hizo ayer en Zúrich sobre el incidente y después de contrastarla con la que ya realizó Materazzi el pasado día 14. El comité disciplinario de la FIFA determinó que "no hubo insultos racistas" entre los dos futbolistas y decretó que Zidane, ya retirado del fútbol, deberá cumplir su sanción mediante "trabajos humanitarios con niños y jóvenes".