Hay una forma de construir equipos que patentó el Jerez hace más de una década: empezar la pretemporada con un número ridículo de futbolistas y luego ir sumándolos a medida que el mercado avanza, los precios bajan y jugadores de calidad pueden llegar cuando a precio normal no podrían hacerlo. Parece sencillo, pero no es fácil tener paciencia y, sobre todo, acertar con las piezas. En el club verdinegro saben cómo hacerlo y casi siempre dan en el clavo, lo que le valió en su día para mantenerse siete temporadas seguidas en Segunda B y luego, tras bajar, ser prácticamente un fijo de de la fase de ascenso. Esperan repetir ahora.

Agustín Izquierdo, que afronta su tercera temporada, ha tenido también su ración de espera con entrenamientos en familia , pero a buen seguro que también acabará manejando un grupo de talento: De la Cruz e Iván Fernández (Cerro), Dieguito (Baza), Gonzalo y Quini (Almería B), Parra (Alcalá)... Por si fuera poco, siguen jugadores importantes con los que aseguró el subcampeonato hace unos meses: Alex, Maiquez, Vilarchao...