EXTREMADURA B: Alex; Pablo, Durán, Ito, Marín; Kiko, Ortiz (Samir, M. 59); Bermúdez, Ordóñez (A. Rubio, M. 81), David Carmona y Uceda (Luis Valladar, M. 51).

CORIA: Rebollo; Roberto, Peri, Oscar, Mena; Fran Gómez, Javi Martín (César Reyes, M. 61), Morato, Tapia (Chema, M. 46); Alvaro y Villa.

GOLES: 1-0 M. 1: Uceda. 2-0 M. 16: Ordóñez. 3-0 M. 27: Ordóñez. 3-1 M. 32: Peri. 3-2 M. 36: Fran Gómez. 4-2 M. 39: Durán. 4-3 M. 61: Peri.

ARBITRO: Mateo N. Vaquero Agama (1). Amonestó a Marín (44´), Kiko (82´), Valladar (92´)/, Peri (35´), J. Martín (41´), Mena (51´), Morato (58´) y Roberto (66´).

Salvo excepciones, cuando un partido reparte siete goles entre los dos contendientes las defensas no pueden salir airosas del trance. Y ayer el Extremadura B, que por fin ganó y hasta acabó el partido con once jugadores sobre el terreno de juego, se impuso por la mínima al Coria porque hoy por hoy es muy superior al cuadro cauriense. Sin embargo, alguien debería tomar buena nota de que, a esa plástica forma de atacar, con todas las variantes imaginables, hay que corresponder con una actitud defensiva como mínimo decente. Lo de la confianza, por el 3-0 inicial, no es más que otro debe en el balance del segundo equipo almendralejense.

El partido fue más emocionante de lo que cabía esperar porque el filial se desenchufó y porque el Coria no volvió la cara al duelo ni con el 3-0.