Ciento diez horas de encierro sirvieron a los 25 jugadores del Badajoz y al utillero José Antonio Valverde para cobrar la parte que les debían de los meses de septiembre, octubre y noviembre, así como diciembre al completo, según ellos, y una cantidad muy inferior en versión de los propietarios.

Estos aseguran que tienen de plazo hasta el 10 de enero para pagar el mes de diciembre y que al jugador que más le debían era dos meses y medio. Incluso en palabras de los máximos accionistas del Badajoz, había futbolistas encerrados en los vestuarios sin que el club les debiera absolutamente nada.

La plantilla estuvo recluida voluntariamente en el vestuario del estadio Nuevo Vivero como medida de protesta por los impagos de los tres propietarios del club, Julio del Camino, Luis Refolio y Eloy Guerrero.

Tras un comunicado en la tarde del lunes, los futbolistas llevaron mantas y colchones al vestuario, dispuestos a pasar todas las horas que hicieran falta hasta que cobraran. El encierro comenzó a las 22.30 horas del lunes día 3 de enero y acabó a las 12.30 horas del sábado 8.

TENSION EN EL CLUB A lo largo de los casi seis dias de reclusión voluntaria, hubo momentos de tensión. El más significativo se produjo en la noche de Reyes cuando los jugadores comunicaron que iniciarían una huelga cinco días después: a las doce de la noche del lunes al martes. Desde ese momento el equipo dejaría de entrenar y de seguir así, también de jugar.

Ese mismo día el club ofreció una tregua pagando una mensualidad a los jugadores a cambio de concluir el encierro. Sin embargo, la plantilla no aceptó y mantuvo su postura hasta que en el mediodía del viernes, el propietario Julio del Camino les aseguró que cobrarían todos.

El club puso al día a 12 jugadores pero nadie se movió del vestuario hasta que los 13 restantes y el utillero Valverde también lo hicieran.

Tras el último entrenamiento de la semana, los jugadores que faltaban recibieron los justificantes de pago de los propietarios, por lo que el "campamento" se levantó definitivamente. Colchones en mano y entre sonrisas, los futbolistas gritaron "volvemos a casa" y fueron saliendo del vestuario camino de sus vehículos.

Por si todas las horas que han estado encerrados a cal y canto en el estadio no hubieran sido suficientes, la plantilla volvió a reunirse a mediodía para celebrar una comida en el césped sobre el que jugaron ayer.

ANTE EL CARTAGENA Esto, el Badajoz se medirá al Cartagena, hoy domingo a las 16.30 horas en el estadio Nuevo Vivero. Los pacenses disputan su primer encuentro del año 2005 en extrañas circunstancias, ya que durante la semana no han podido pensar en la cita y han convivido en unas condiciones al menos incómodas. Los pacenses esperan brindarle el triunfo a la afición, cuya respuesta han pedido para esta tarde.