No habrá cambio de escenario para la final de la Copa del Rey, que se celebrará el 11 de junio en el Vicente Calderón. Las gestiones de Osasuna ante la Federación Española de Fútbol, a raíz del apedreamiento del autobús del equipo el día antes al partido de vuelta de la semifinal y de las amenazas ultras a los navarros a través de internet, se han encontrado con la negativa federativa y del Betis. Los dos clubs habían alcanzado un principio de acuerdo para pedir el traslado al Camp Nou, pero el Betis ha argumentado ahora que tiene muy adelantada la organización del viaje. El presidente de Osasuna, Patxi Izco, restó ayer importancia a las amenazas.