La final duró dos horas y 13 minutos pero a los 34 minutos de empezar, cuando Rafa Nadal se había apuntado ya el primer set de la final, Tomas Berdych empezó a ser consciente de que ayer le tocaba representar únicamente el papel de invitado. Eso sí, un invitado de primera fila. Casi, casi, un espectador de lujo en Wimbledon.

Pisó la central con la confianza de haber tumbado en el camino a Roger Federer, último campeón del torneo, en cuartos de final, y en las semifinales a otro de los candidatos al título, el serbio Novak Djokovic, los dos jugadores que en Londres se han intercambiado la etiqueta de número dos y tres del mundo.

Berdych confiaba en su servicio. Espectacular. Capaz de lanzar misiles a una media de 200 kms/h. El checo esperaba que su golpe golpe plano de derecha alejara a Nadal de la linea de fondo. Pero al otro lado de la red, Nadal no le dio opción y se apuntó cada uno de los puntos imortantes. Serio, concentrado, pendiente de cada gesto de Berdych, siempre estuvo atento, como un buen pescador, paciente, con la caña en la mano, para adelantarse a la jugada. Sorprender a Berdych y devolverle la pequeña bola amarilla allí donde el checo menos la esperaba.

CONTROL TOTAL Nadal dominó el partido de principio a fin. En cada momento se apuntó el punto importante. Así en el primer set mantuvo la igualdad hasta que a los 24 minutos de partido dispuso de los dos primeros break points. No falló. Mientras a Berdych la presión del momento le hizo jugar con dudas y sin decisión. La peor receta para ganar a Nadal.

El viento racheado molestaba al checo que miraba al cielo e incluso mostró sus nervios pidiendo perdón a Nadal por una bola que tocó en la cinta y cayó en su pista. Nadal le rompió el servicio y en la siguiente oportunidad repitió para apuntarse la primera manga. En la segunda Berdych tuvo la oportunidad de enmendar la situación. En el primer juego dispuso de tres break points pero no pudo certificar ninguno en los 12 minutos que duró ese juego.

Fue el momento más complicado para Nadal pero una vez superado se apuntó el seguno set en el primer break point que tuvo. Si la misión era dificil para Berdych, ahora se convertía en imposible.

Berdych sacó ya su bandera blanca en el décimo juego y con el saque en su poder cedió el triunfo en el primer match ball de Nadal.