El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) decidió ayer mantener la sanción impuesta por la UEFA al Atlético de Madrid de jugar a puerta cerrada el encuentro ante el PSV Eindhoven de la Liga de Campeones del próximo miércoles por los incidentes acaecidos en el partido frente al Olympique de Marsella.

En la resolución hecha pública después del mediodía, el TAS reduce la multa de 150.000 a 75.000 euros y le libera de pagar las costas ante la UEFA.

El Tribunal estima, "en línea con la UEFA", que el Atlético "cometió varias infracciones graves de seguridad durante el partido contra el Olympique de Marsella, que permitieron que ocurrieran los incidentes del estadio Vicente Calderón".

"La situación del club empeora debido a hechos del pasado reciente, lo que ha llevado al Panel (de jueces) a mantener la sanción de jugar el partido del 26 de noviembre a puerta cerrada", señala el fallo.

"Sin embargo", añade, "el segundo partido a puerta cerrada, que estaba en suspenso, se revoca y la multa prevista se reduce a la mitad, en vista de que los actos racistas que alega la UEFA no han podido ser establecidos con certeza".

Enrique Cerezo, presidente del Atlético, manifestó sobre la resolución que el último recurso que le queda al club es "ganar bien a los holandeses y clasificarse para los octavos de final". Añade: "Sentimos mucha decepción por la resolución del TAS. Seguimos pensando que la sanción es injusta. El Atlético de Madrid y sus aficionados no tuvieron nada que ver en los incidentes".