El presunto amaño del partido Levante-Zaragoza de la última jornada de la Liga 2010-11, que acabó con la salvación del equipo aragonés y el descenso de Deportivo, ya está en el juzgado. El fiscal anticorrupción Alejandro Luzón presentó ayer ante el decano de Valencia la querella contra el Zaragoza como institución y 41 personas más, entre ellas 36 jugadores de los dos conjuntos, además del expresidente zaragocista, Agapito Iglesias, y el exentrenador del cuadro maño, Javier Aguirre.

La fiscalía considera que los hechos pueden constituir un delito de fraude deportivo, que acarrearía penas de prisión de seis meses a cuatro años, inhabilitación de uno a seis años y multa de hasta 5,5 millones de euros. En su relato de los hechos, Luzón señala que Iglesias y sus consejeros Francisco Javier Porquera y Francisco José Checa "acordaron con el director deportivo del club, Antonio Prieto, el entrenador Javier Aguirre y los capitanes del equipo, Gabriel Fernández, Leonardo Ponzio y Jorge López, en representación y con la anuencia del resto de jugadores, amañar el partido que debía disputarse el 21 de mayo de 2011 en Valencia contra el Levante".

Para tal fin, considera el fiscal, "se estableció que se entregarían 965.000 euros a los jugadores del Levante a cambio de que estos permitieran al conjunto zaragocista ganar el partido". En ejecución de ese acuerdo, el director financiero del club, Porquera, ordenó transferir de la cuenta del Zaragoza a las de Prieto, Aguirre y los jugadores Gabi, Ander Herrera, Doblas, Da Silva, Braulio, Ponzio, Jorge López, Lanzaro y Diogo determinadas cantidades, asegura el escrito.