Joan Laporta pondrá hoy el Bar§a de baloncesto en manos del extremeño Manolo Flores para frenar una de las peores crisis en la historia reciente de la sección azulgrana, con un equipo vulgar, sin confianza, relegado a la cuarta posición de la Liga con 15 victorias y 7 derrotas y un futuro poco halagüeño en la Euroliga.

Flores, nacido en Mérida en 1951 e histórico exjugador azulgrana, deberá dejar el traje de director de la sección en el armario y ponerse el chándal para sustituir al técnico Joan Montes, que el sábado por la noche, tras encajar en Lugo ante el Breogán (95-85) la tercera derrota consecutiva del equipo en 10 días, presentó su dimisión. La última experiencia como entrenador en ACB para Flores fue hace cuatro años, cuando fue destituido en su segunda etapa en el Cáceres (nueve partidos). Desde 1993 a 1998 se había mantenido en el banquillo verdinegro, con un subcampeonato copero, una semifinal de Korac y un quinto puesto liguero como momentos más brillantes.

La racha de resultados negativos (Pamesa en la Copa, CSKA Moscú en la Euroliga y Leche Río Breogán en la ACB) y la necesidad de un revulsivo han forzado la decisión del preparador barcelonés.

La estructura que diseñó Valero Rivera para el baloncesto en su efímero paso por el club como responsable de las secciones se desmorona y Montes es la cuarta víctima tras las destituciones del técnico Svetislav Pesic y del gerente Antonio Maceiras en septiembre y la dimisión del propio Rivera en octubre.

TERCERA OCASION No es la primera vez que Flores se pone al frente del primer equipo --lo había hecho en dos ocasiones-- pero ya hace tiempo de la última. Fue en diciembre de 1991, cuando se vio obligado a sustituir a su amigo Bozidar Maljkovic, aunque la pasada temporada fue segundo entrenador al lado de Svetislav Pesic. Y su debut no podría ser más sonado: le aguarda el Madrid en la Euroliga.

"Lamento profundamente que Joan no haya podido aguantar hasta el final. Teníamos asumido que éste era un año de transición, pero la próxima temporada ya está bastante planificada", explicó ayer el presidente Joan Laporta en TV-3 para valorar la situación y emplazó a la rueda de prensa de hoy, en la que hará oficial el pase de Flores al banquillo para ampliar sus respuestas.

Con la estructura del equipo ya montada, y en plena pretemporada, Montes se integró en un vestuario despotenciado por la marcha de piezas claves como Patrick Femmerling, Anderson Varejao y Nacho Rodríguez.

SUPERCOPA Y LLIGA El inicio resultó esperanzador, con la conquista de la Supercopa, tras derrotar al Real Madrid en la final, y de la Lliga Catalana, pero durante la temporada, el equipo ha perdido fuelle por culpa tanto de las lesiones de pilares como Dueñas y Gasol, como del bajo rendimiento de algunas piezas básicas, como Bodiroga, Navarro, Fucka e Ilievski, que no han logrado mantener una línea de regularidad.

Los nuevos fichajes que realizó el club a principios de enero, el estadounidense Devin Davis, con pasaporte español, y el croata Andrija Zizic, no han tenido tampoco el efecto deseado, y sólo se han mostrado como jugadores complementarios.

Montes asegura que no se ha sentido respaldado ni desde la grada --"el Palau no está siendo justo con él", dijo Manolo Flores el viernes-- ni tampoco ha contado con la confianza plena de todos los jugadores, que no se han sentido totalmente identificados con su filosofía de juego.