El emeritense Manolo Flores señaló ayer en su presentación como nuevo entrenador del Barcelona que la visita del Madrid resultaba "idónea" para enderezar el rumbo del equipo, aunque antes quiere mantener un "cara a cara" con los jugadores para recuperar su autoestima.

Joan Laporta, presidente del Barcelona, escenificó el cisma que se vive en el baloncesto del club en una comparecencia compartida con el directivo responsable de la sección, Josep Maria Bartomeu, quien reabrió durante la presentación de Manolo Flores el enfrentamiento. El nombramiento de Valero Rivera como director de secciones fue el detonante de la tensión entre directiva y Bartomeu, que votó en contra, apuntó a esta decisión como origen de la crisis.

Joan Laporta, que respaldó la elección del dimitido Rivera e instó en su momento al responsable del baloncesto azulgrana a asumir los acuerdos apoyados por la mayoría de la junta, intentó sin éxito desviar la atención hacia el fichaje de "un técnico de primera línea" para afrontar la próxima temporada, cuyo nombre no desveló.

Bartomeu reclamó la palabra apenas iniciada la presentación de Flores para descargar de culpas a los jugadores y entrenadores y ponerlas a espaldas de la directiva. "En septiembre modificamos una estructura que funcionaba -el nombramiento de Rivera conllevó por petición suya la destitución como secretario técnico de Antonio Maceiras y la dimisión del técnico Pesic- y hay que aprender de los errores para que no se repitan", manifestó.