Tras la derrota cosechada por el Forma Cáceres 2016 el pasado sábado en Albacete el único club extremeño en la División de Plata de fútbol sala) tiene una nueva cita en casa (17.30, pabellón Ciudad de Cáceres) para intentar reconducir su negativa dinámica de resultados. El Nazareno sevillano es el rival, teóricamente asequible, para los de Gustavo Montero, cuya trayectoría, en cambio, invita a la desconfianza incluso en duelos como el de esta tarde.

Las declaraciones del veterano Masa en este diario durante la semana, en las que reconocía que el Forma no estaba jugando como un equipo, pueden ser orientativas de la situación. Sin embargo, el de Valdefuentes veía un panorama positivo "si se consiguen un par de victorias seguidas". Eso es lo que se piensa en el equipo ahora.

En el club insisten en que el equipo sigue teniendo una fe ciega en que las noticias positivas han de llegar, pero los partidos pasan, y la exigencia por salir cuanto antes del hoyo puede estar generando ya ansiedad en algunos miembros de la plantilla, lo cual no favorece en absoluto a la hora de desarrollar cada uno su labor en la pista. En los últimos encuentros se ha avanzado en intensidad defensiva, en concentración, sin embargo cuesta más de lo deseable y previsible encarar la portería contraria con el acierto necesario.

"Todos nos las habíamos prometido mucho más felices, pero esto no es matemático", dice el propio jefe de prensa, Juanma Silva, en la previa. "Por muy buenos currículums que se presentaran, por muy buenos informes que se tuvieran, por muy buenas intenciones que se pongan en un proyecto, nada de esto asegura el éxito", reflexiona. Lo mejor para hoy, en el que se vuelve a apelar al apoyo de la afición, es que no habrá bajas, previsiblemente. Y, por tanto, tampoco debería haber excusas.