El presidente de la FIA, Max Mosley, y directivos de los diez equipos de Fórmula Uno estudiarán la próxima semana en Ginebra la posibilidad de llevar a cabo una drástica reducción de costes con la que se intentaría asegurar la supervivencia de este deporte ante la crisis económica mundial. Mosley ya ha advertido de que los actuales costes son "insostenibles".

En un informe elaborado por Formula Money se señala que los propietarios de los equipos de Fórmula Uno invirtieron, de forma combinada, 1.170 millones de euros en 208 tras la irrupción de la escudería india Vijay Mallya, una cantidad superior a los 1.070 millones gastados en 2007. "Incluso antes de que existieran problemas financieros globales, los equipos gastaban más de lo que ingresaban", señaló Mosley en documentos enviados a los equipos, publicados por The Times y verificados por la FIA.

"Como resultado, los equipos independientes dependen ahora de la voluntad de personas adineradas, mientras que los fabricantes dependen de los enormes limosnas que reciben de las compañías a las que pertenecen", indicó Mosley. Al presidente de la FIA le preocupa sobremanera el destino de los equipos pequeños.

"Ahora existe un peligro real de que, en algunos caos, estas subsidiarias lleguen a su fin. Esto podría resultar en una reducción del número de competidores, que se añade a la vacante de dos equipos que ya tenemos y a la reducción de la parrilla a un nivel inaceptable", observó. Sin embargo, fabricantes como Honda, Toyota y BMW podrían no apoyar la idea de Mosley.