Paradoja en el basket cacereño. Mientras que la mayoría de los comentarios de los aficionados del Cáceres elogiaban el viernes en las redes sociales el juego de su equipo en Melilla, pese a una holgada derrota final por 95-78, su entrenador, no tenía reparos en criticarlo y, sobre todo, criticarse. "Hemos estado lamentables en defensa, sobre todo en uno contra uno. Es imposible construir un equipo de baloncesto si eso no se hace bien", resumía Carlos Frade.
Parece que la autoexigencia va a ser el 'trending topic' de ese vestuario esta temporada en LEB Oro, empezando por el propio Frade. "Lo hemos hecho mal. Soy el principal responsable de que haya sido así. Tengo toda la culpa. Durante la semana hemos trabajado otras cosas porque pensaba que esto ya estaba solucionado. Y no es así. Está muy lejos de estar solucionado", espetó.
Además de elogiar al rival ("ha hecho muy buen partido. Ha merecido el resultado, estando muy acertados y llevando la iniciativa desde el principio, en defensa y en ataque"), el mensaje fue claro para sus jugadores: "Hay que ponerse las pilas y trabajar duro para mejorar. Hay determinadas cosas que da igual contra quién juegues. Hay que hacerlas bien".
Frade admitió que quizás los extremeños habían estado "demasiado atenazados" y prefirió ver el lado positivo: "Es una muy buena llamada de atención porque hemos mal cuatro cosas básicas. Vamos a utilizarlo en nuestro beneficio".
Sobre la brutal diferencia en el rebote (32-17) hizo una lectura muy particular. "Melilla ha sido mucho más duro, físico. Ellos han cogido 10 rebotes en ataque y nosotros 11 en defensa. Significa que han cogido casi la mitad de los balones que han caído de nuestro aro. Eso es trágico".
"No tenemos un equipo para pelear por el ascenso --agregó--. Pero sí para jugar bien al baloncesto y hacerlo mucho mejor", asumiendo que, aunque "no es excusa", "lleva tiempo conjuntar un equipo con solo dos jugadores de la temporada pasada". En todo caso, indicó que los problemas "son solucionables si se trabaja bien y vamos a hacerlo".
