Antes de la última jornada había un 74% de posibilidades de que España quedara emparejada con Francia. Las matemáticas no fallaron. Se impuso la lógica. Era el peor rival posible. Por nombre, por historial, por calidad, por todos aquellos tópicos que se atribuyen a las selecciones grandes aunque no estén bien. Y es que los bleus atraviesan una crisis evidente. Ni siquiera el triunfo ante Togo (2-0, con goles en el segundo tiempo) ha despejado las dudas de un bloque caduco, lento, que sueña con despertar de golpe de su letargo para eliminar a España, cuyos suplentes ganaron, sin brillantez, a Arabia (1-0).

Los más pesimistas temen que el gallito francés se destape en octavos. Hasta ahora, solo ha mostrado una cara tan oscura como la de su seleccionador, el cuestionado Raymond Domenech. El técnico nunca se ha encontrado cómodo, algo habitual en ese banquillo. Ya le ocurrió a Aimé Jacquet en 1998, que se marchó tras ganar el Mundial, y a Roger Lemerre, que emigró a Túnez tras el ridículo de Francia en Corea y Japón.

Ausencias destacadas

Las críticas no han cesado desde la fase de clasificación, en la que los bleus sufrieron mucho. En la lista de seleccionados tampoco faltó la polémica por las ausencias de Giuly (Bar§a), Micoud (Werder Bremen) y Pires (Arsenal). El inicio del Mundial, con dos empates ante Corea y Suiza, y una victoria contra la desahuciada Togo, tampoco ha ayudado a mejorar las cosas.

El primer mal de los franceses es la edad. Mientras España es la tercera selección más joven del Mundial, con una media de 25,27 años, Francia es la más vieja con un promedio de 30. Nada que ver con aquel grupo ilusionante que se coronó en 1998. Barthez (34 años), Thuram

(34), Makelele (33), Vieira (30), Zidane (34) o Wiltord (32) simbolizan el ocaso de la vieja guardia. Con esas cifras, los franceses se ríen de las críticas a Raúl, que cumplirá 29 años el próximo martes, día del partido.

Henry y Trezeguet

Una mala noticia para los españoles es el regreso a la titularidad de Trezeguet. Agobiado por la presión, Domenech colocó ayer al delantero de la Juve junto a Henry. El triunfo dará continuidad al esquema. Se trata de un dúo veterano, pero temible. Se conocen muy bien desde su etapa en el Mónaco y pueden amargar la vida a cualquier defensa. Zidane también volverá.

Atrás, Domenech sigue empeñado en confiar en Barthez, pese a la gran temporada de Coupet en el Lyón. La defensa es dura y contundente, con Makelele y Vieira por delante. Luis Fernández, no tiene dudas: "Veo a España en cuartos. Está más fresca y más rápida. Puede ganar incluso a Brasil".

Luis Aragonés, sin embargo, teme una reacción de los bleus. "Aún teniendo el colmillo torcido, pueden hincártelo en cualquier momento". El vértigo entra con el pasado. La eliminación en cuartos de la Eurocopa 2000 con el penalti fallado por Raúl y la derrota en la Eurocopa de 1984 con el error de Arconada son historia negra.