CACERES 2016: Carlos Cherry (13 puntos, 6 asistencias), Jeff Xavier (10), Francis Sánchez (7, 1/7 en tiros de 2, 1/4 en triples), Ryan Humphrey (17 puntos, 4 tapones), Jelani McCoy (12, 12 rebotes) --cinco inicial-- David Mediano (3), José Angel Antelo (8), Juan Sanguino (0), Lucio Angulo (4), Pablo Movilla (2).

GRUPO IRUÑA NAVARRA: Iñaki Sanz (15), Iñaki Narros (13), Adrián García (8), Jason Blair (6), Robert Joseph (18, 8 rebotes) --cinco inicial-- Tyler Sanborn (6), Romá Bas (2), Chema González (5), Juan Labiano (0).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-21, 40-37 (descanso), 60-55 y 76-73 (final).

ARBITROS: Morales y Díaz. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Partido de la séptima jornada de la LEB Oro.

Hasta ese momento, había anotado 1 de sus 10 lanzamientos de campo. No estaba siendo su noche, pero en los últimos minutos, él estaba en la cancha. Y a Francis Sánchez, por muy mal que le vaya, Gustavo Aranzana hace bien en darle confianza cuando se deciden los encuentros. Anoche, ese descarado alero volvió a armar su brazo y matar al contrario. Su triple a falta de 21 segundos valió el sufridísimo triunfo del Cáceres ante el Iruña Navarra (76-73).

Como ya ha viene siendo un indicador triunfal en esta temporada, tener a un grupo de jugadores talentosos a los que no les tiembla la mano es casi una garantía de éxito. Las estadísticas no engañan: el Cáceres ha vencido por menos de cinco puntos en cinco de sus seis triunfos, cifras que le colocan arriba, números que le sitúan colíder provisional con el León y La Palma a la espera de un pinchazo de Obradoiro.

Lo mejor de este grupo es que no hace falta que sea lineal, aunque sí haya que reclamárselo. Ayer, ante un equipo mucho menor pero con reaños y confianza, jugó con fuego. Las pérdidas de concentración, en especial en los inicios de cada cuarto, fueron un pecado, una mancha en un expediente que contiene, en el lado positivo, ráfagas de juego inmensas, rayanas en el espectáculo. Ver a Cherry maniobrar con esa confianza y ese talento vale una entrada, y eso el público del Multiusos lo sabe.

Arrancó el equipo de Angel Jareño mucho mejor que el de Aranzana. Sorprendió el visitante al local con una presión en toda pista que se unió a la caraja cacereña para firmar un 7-16 increíble a los 4 minutos. La defensa local no existía y la línea exterior de los visitantes también tenía su noche. Cherry, desquiciado, tuvo que irse al banco.

La salida de Antelo y la multiactividad de McCoy (siete rebotes en el primer cuarto) equilibraron fuerzas y electrónico (21-21), un marcador espléndido para lo que se había visto.

RELAX Daba la impresión que el Cáceres se iba a marchar en cualquier momento, pero volvió la relajación y el Navarra apretó (34-37 a falta de 1:54 para el descanso), pero de nuevo otra racha, con Humphrey acertado en la intimidación, devolvió la ventaja (40-37 en la media parte).

La pájara de inicio de cuarto situó un inexplicable 42-49 en los guarismos, pero la cuarta de Adrián García (exPlasencia) y unos minutos sublimes de Cherry y Xavier voltearon de nuevo el signo del choque. Una injusta antideportiva a Humphrey retornó a la igualdad.

Por entonces, Francis estaba perdido para la causa. Mediano acertó de fuera para poner el 68-62. Otro espejismo. El Navarra hizo un parcial de 0-9 y puso el partido cuesta arriba a falta de 4:09. Había duelo. Lucio Angulo, extrañamente errático ayer, dio vida con sus fallos a los pamploneses, que creyeron en el triunfo. Craso error. Francis sacó su fusil en el momento justo para anotar un enorme triple. Acción clave, lanzamiento de un superclase de Oro. Francis, ´qué crack´, que diría Andrés Montes.