Despedida y cierre a una triste y decepcionante temporada en el Francisco de la Hera. El Extremadura aspira por enésima vez reencontrarse con la victoria y así dar una satisfacción a su maltratada afición en el último partido de la campaña en el Francisco de la Hera. Enfrente estará un Alcalá de Guadaira que, en contra de lo que han hecho los azulgranas, no conoce la derrota en las tres últimas jornadas (dos victorias y un empate) y que intentará perseverar en esa dinámica. Mientras, en el club de la calle Colombia, se vive una crisis de identidad, de resultados, económica, institucional... Una victoria sería un leve bálsamo reparador, pero visto lo visto no parece algo sencillo de lograr.

Ahora que se ha dado cuenta el presidente del Extremadura que existe un equipo de juvenil, del que poco ha querido saber durante todo el año, toda la semana ha pivotado sobre los partidos que han de disputar los filiales mañana domingo. Ayer mismo había una reunión de técnicos, en la que curiosamente no estuvo Ortuondo aunque sí Marín (filial de Tercera), Ortiz (juvenil), Carlos Fernández (coordinador de la cantera cuando lo dejan) y el propio presidente, para ver las necesidades de uno y otro equipo en materia de jugadores y las disponibilidades. La intención es que Ortuondo cuente con el menor número de jugadores del filial posible y así el juvenil poder tirar de éste último.

LESIONES Pero las lesiones de Fabios, Ordóñez, José Ignacio, Bermúdez y Marín, estas últimas arrastradas de semanas anteriores, han venido a complicar las cosas. El central padece una pubalgia que le obliga a parar y ha mermado el potencial numérico del primer equipo. Así las cosas, Ortuondo ha insistido en la misma convocatoria del pasado fin de semana, aunque con la entrada de Aitor Santos, recuperado tras su encuentro de sanción, por el citado Fabios. En condiciones normales, Fernando Carmona supliría al madrileño en el eje de la zaga y Ortiz seguiría ocupando plaza en el doble pivote creativo junto a Santi Amaro, con Valladar en la banda izquierda. Pero, si el técnico hace caso a las peticiones de los técnicos de los equipos filiales, Carmona y Ortiz, y hasta el propio Samir, podrían jugar con el Tercera, aunque para eso ni estarían en el equipo inicial ni saldrían a lo largo del partido, y de esta forma jugadores como Trinidad y José Antonio irían a jugar con el juvenil. Un galimatías bastante respetable en un club que parece haber perdido el norte en todos los sentidos. Una lástima.