Frank de Boer, capitán de la selección holandesa, se mostró ayer pesimista en cuanto a la recuperación de la lesión que sufrió en el partido ante Suecia. De Boer sufrió un golpe en la pierna derecha al cortar en falta una internada de sueco Fredrik Ljunberg al borde del área.

"Tenemos que esperar, pero no me encuentro nada bien", dijo De Boer después del partido en el que Holanda eliminó a Suecia en la tanda de penaltis. La selección de Dick Advocaat disfrutó ayer de una jornada de descanso y hoy volverá al trabajo en Albufeira, donde seguirá concentrada hasta mañana.

Entonces, los holandeses viajarán a Lisboa, donde el miércoles disputarán el partido de semifinales ante Portugal en el estadio José Alvalade XXI.

Por su parte, el holandés Arje Robben, que marcó el lanzamiento decisivo frente a Suecia que clasificó por penaltis a su selección para las semifinales de la Eurocopa, afirmó que cuando anotó el tanto, sintió que era el momento más grande de su vida. "Marcar el penalti decisivo en un torneo tan importante es algo increíble. Es el momento más grande de mi vida. No tenía miedo cuando me acerqué a lanzarlo. Sentía mucha confianza", afirmó.