El Fundación Pinilla Crespo Cáceres 2016 se proclamó campeón de la Liga Turincar tras imponerse al Paideuterion Alcántara Patrimonio de la Humanidad en los dos partidos de la final, el segundo por 25-29. El encuentro se disputó en el pabellón Serrano Macayo ante unos 500 espectadores que no pararon de animar a sus equipos en ningún momento. La Liga Turincar de balonmano es el equivale al grupo extremeño de Segunda División.

El partido estuvo muy igualado hasta mediada la segunda parte, cuando el Fundación Pinilla aprovechó las buenas actuaciones de su portero en unos casos y la falta de acierto de los jugadores del Paideuterion en otros para tomar una ventaja que el equipo que jugaba como local no fue capaz de rebajar.

La primera parte transcurrió sin un dominador claro, con defensas muy duras por parte de ambos equipos y con los porteros muy acertados. En los primeros compases se puso por delante el Paideuterion, aunque su ventaja siempre fue mínima y en los últimos minutos se fueron alternando en el dominio del marcador.

Antes del descanso el Fundación Pinilla intensificó su ataque y logró ponerse por delante, marchándose a los vestuarios con un gol de ventaja (11-12). La diferencia no era mucha, pero para el Paideuterion este resultado, sumado al del partido de ida --que perdió por 24-23--, hizo mella, lo que se tradujo en nerviosismo y precipitación, lo que al final acabó costándole la derrota y la final de la competición.

PINILLA TOMA VENTAJA Los primeros compases de la segunda parte hacían recordar el primer tiempo. Mucho control en defensa y falta de acierto en el ataque, sobre todo en el del Paideuterion. Hasta el minuto 10 se mantuvo la igualdad en el marcador. Pero en ese momento algo cambio. Al Padu le costaba hacer gol y el Fundación Pinilla no desaprovecha sus ataques, a pesar de algunas buenas ocasiones del portero rival. Así, en el minuto 13 ya disfrutaba de una ventaja de cuatro tantos (15-19), insalvable para el Paideuterion a pesar de los múltiples intentos.

El equipo que finalmente se proclamó campeón se dedicó a administrar su ventaja, que en ningún momento fue inferior a cuatro goles. El encuentro se aceleró y se volvió un poco loco, animado en todo momento desde la grada por un público que no paró de gritar para motivar a sus jugadores. Eso benefició más al Fundación Pinilla, más tranquilo y concentrado. En los jugadores del Paideuterion empezó a aparecer la precipitación, aunque con más corazón que cabeza, siendo incapaces de remontar.