Joan Llaneras apenas tenía fuerzas para hablar. El había sido testigo directo de la muerte de su amigo y compañero Isaac Gálvez. El ciclista catalán, de 31 años, integrante del conjunto Illes Balears-Caisse d´Epargne, el equipo de Alejandro Valverde y Oscar Pereiro, se mató en la madrugada del domingo al impactar contra la barandilla de protección del velódromo de Gante donde la pareja, campeona del mundo de madison o americana, era la gran atracción en los 6 días que llevan el nombre de la ciudad flamenca.

Llaneras esperaba a su mujer en el aeropuerto de Bruselas. Había pasado por la amarga experiencia de comunicarle a Davinia, la esposa de Isaac, la chica con la que contrajo matrimonio en Sitges el 28 de octubre, la muerte, el fallecimiento de su amigo. "Es horroroso. Horrible", ¿qué más podía decir José Miguel Echávarri, mánager del Caisse d´´Epargne, se enteró poco después de las 9 de la mañana de la fatal caída de su corredor. "Era un velocista que siempre corría al límite", confesaba. Es cierto. Gálvez arriesgaba. Pero no tanto como para matarse. Llaneras, en Bélgica, vio la caída, la terrible caída, la misma imagen que le había causado una crisis cardiaca a Marc van Landeghem, el portavoz de la organización. Eusebio Unzué, director de Gálvez, y Deborah, la hermana, ciclista como él, integrante del equipo Catalunya de pista, residente en el CAR de Sant Cugat, viajaron hacia Bruselas.

¿Una muerte en la pista? Hacía 50 años que no se mataba un corredor en un velódromo. Gálvez era un especialista en la prueba de madison o americana, donde se trata de derrotar a las parejas adversarias consiguiendo el mayor número de puntos en los esprints intermedios que se van disputando. Los organizadores de los 6 Días de Gante --carreras que se celebran de noche y acaban de madrugada--, como sucede en este tipo de pruebas, pagaban alrededor de 4.000 euros a cada uno de los participantes. Gálvez y Llaneras, por su condición de campeones del mundo --título que consiguieron el 16 de abril de este año en Burdeos-- percibían 10.000 euros cada uno.

EL MOMENTO Todo iba normal, una noche más, un día menos para acabar y regresar a Vilanova. Pasaba media hora de la medianoche. Gálvez intentó alcanzar las posiciones de cabeza cuando, accidentalmente, tropezó con el corredor belga Dimitri de Fauw. Salió despedido e impactó con el pecho contra la barandilla que rodea el velódromo de Gante. Enseguida se observó la crudeza del accidente. Se suspendió la carrera, posteriormente la competición, se pidió al público que abandonase las gradas y se trató de reanimar a Gálvez. Recuperó el pulso. Falleció en la ambulancia que lo trasladaba al Hospital Universitario de Gante. "A primera hora de la tarde le practicaron la autopsia. Con el impacto se destrozó las costillas. Una de ellas se le clavó en el corazón", explicaba desde Gante Pascal Schyns, jefa de prensa del Caisse d´´Epargne, y que auxilia a Llaneras en los trámites por el accidente.

La noticia de la caída no se conoció hasta el domingo por la mañana. Los padres de Gálvez y la esposa no tuvieron fuerzas para viajar a Bruselas. El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú está pendiente de conocer el día

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