El español Jesús Angel García Bragado era en la mañana de ayer "el rostro de la impotencia", según reconoció el propio atleta, después de no haber podido finalizar más que sexto en la prueba de 50 kilómetros en los Mundiales.

"El sexto puesto me sabe a impotencia, porque en otro Mundial con este tiempo (3:43.56) hubiera sido medalla", afirmó el madrileño tras una prueba en la que se impuso su amigo Robert Korzeniowski, de Polonia.